Después de dos oleadas queda claro que la pandemia del coronavirus, además de ser la peor emergencia sanitaria que se recuerda, también ha golpeado gravemente la economía de todos los países europeos. Y tampoco hay duda que España ha sido el país que más ha sufrido sus consecuencias, tanto desde un punto de vista sanitario como económico.
Y mientras los españoles contienen la respiración a la espera de la decisión que tome el Gobierno sobre un posible segundo confinamiento total, desde Bruselas llegan las peores noticias: la economía española será la que más se hundirá en Europa.
La Comisión Europa ha empeorado las previsiones de la economía española: la caída será peor de lo que se esperaba, hasta el 12,4%, y el rebote menor de lo previsto, hasta el 5,4%. Según las nuevas previsiones, la economía española se hundirá más que cualquier otra en Europa y crecerá un 4,8% en 2022.
Según el documento de la Comisión, «la pandemia de Covid-19 y las estrictas medidas de confinamiento puesta en marcha en España para contenerla han provocado un descenso sin precedentes de la actividad económica de este año».
Tanto es así, que el organismo europeo prevé para España un hundimiento sin parangón en los países vecinos. Nuestra economía caerá mucho más que Italia (9,9%), y para el conjunto de la Unión Europa se prevé un hundimiento del 7,4% con un rebote del 4,1% el año que viene. En 2021, Europa perderá un 7,8% y en 2022 crecerá un 4,2%.
En cuanto al desempleo, España también sufrirá más que cualquier otro país vecino. En este apartado, Bruselas estima que llegaremos al 17,9% de desempleo el próximo año, por encima de Grecia (17,5%). Aunque reconoce que las medidas de apoyo al empleo y a las empresas y los ERTE han amortiguado el impacto de la crisis, también advierte del agujero que han dejado en las cuentas públicas.
Precisamente sobre el déficit público, o sea el desequilibrio entre gastos e ingresos en las cuentas del Estado, Bruselas cree que este año se disparará hasta el 12,2% del PIB en España, una cifra superior por ejemplo a la de Bélgica (11,2%), otro país muy golpeado por la pandemia. Para el año que viene el déficit se reducirá al 9,6% y al 8,6% en 2022.
Se dispara la deuda
La previsión de la Comisión Europea también tiene en cuenta la deuda, uno de los grandes problemas de la economía española. Según las previsiones, la deuda se dispara casi 30 puntos respecto a los niveles anteriores a la pandemia y superará el 120% del PIB en 2020, para escalar hasta el 122% en 2021 y el 123,9% en 2022.
Sin embargo, en el análisis de la Comisión Europea no se ha incluido el impacto del plan de recuperación del Gobierno de Pedro Sánchez, basado en los 140.000 millones de euros de los fondos de recuperación europeos: «La previsión de la Comisión no incorpora su impacto positivo potencialmente significativo en el crecimiento económico en 2021 y más allá».
Para tener en cuenta este factor hay que recurrir a los cálculos del Gobierno, que establecen que «basadas en una absorción completa y rápida y unos altos multiplicadores» supondrían un aumento del 2,5% del PIB el próximo año.
Freno a la recuperación
Las nuevas previsiones son una correción a la baja de las estimaciones realizadas por el Consejo Europeo en verano. Pasados los meses, el organismo argumenta que «la combinación de un temor renovado sobre la propagación de la enfermedad y las medidas de bloqueo está pesando sobre la actividad económica a corto plazo y paralizando la incipiente recuperación».
Una tesis avalada por los últimos datos en España, que apuntaron a una subida histórica de la economía española en el último semestre pero insuficiente para paliar el desastre de la primera mitad del año. Además, los últimos indicadores confirman un frenazo en seco de la recuperación. Según la Comisión, el impacto económico de la pandemia y las perspectivas de recuperación serán muy diferentes en la Unión Europea.
«Esto refleja no solo la gravedad de la pandemia y el rigor de las medidas de salud pública que se toman para contenerla en cada país, sino también la composición sectorial de las economías nacionales y las respuestas de política nacional», concluye.