Desde hace una semana, todos hemos estado fabulando sobre como sería el programa especial de 'Rocío. Contar la verdad para seguir viva'. Por una parte, el especial ha cumplido las expectativas de los espectadores sobre todo por el testimonio de Rocío Carrasco y que como viene siendo muy habitual, ha sido muy generosa y no ha tenido problema en bajar al barro para detallar todos los detalles y vivencias que sus entrevistadores han querido conocer de su boca.
Sin embargo, los aplausos que la cadena logró por la producción de la docu serie, parece que no se han repetido esta noche con el formato especial de entrevista. Algunos espectadores creen que el formato ha sido muy flojo y que la estructura del programa podría estar mucho más trabajada y pensada a conciencia. Las críticas se han cebado sobre todo con uno de los presentadores del programa, Jorge Javier Vázquez y que a pesar de que ha estado muy correcto, su presencia y siempre bajo el criterio de la audiencia no estaría justificada y por lo tanto no sería para nada necesario que se encontrase hoy en el plató.
En las redes sociales hay cientos de mensajes que consideran que el especial tendría que haber recaído solamente sobre Carlota Corredera, la presentadora de prácticamente todas las entregas de la docu serie, pero seguramente, esta presentación en solitario no se ha podido producir porque quizás, este especial ya había sido prometido al catalán y llegado el momento, tampoco podían decirle que esta esperada entrevista no iba a ser para él. De hecho, la presencia de dos conductores ha sido un tanto confusa, pues mientras que Carlota marcaba el paso, Jorge Javier solamente lanzaba opiniones y como mucho, daba paso a algunos vídeos.
Como decimos, estas no han sido las únicas cosas que han chirriado a la audiencia. La sensación general ha sido que el programa se ha basado en una improvisación y que se ha hecho más que evidente en directo al ver que no había un hilo conductor. El programa no tenía un orden cronológico y se iban sucediendo los videos, que se interrumpían por conexiones sorpresa y con alegatos de colaboradores que acumulaban minutos de pantalla y que a la vez, se le restaban a la protagonista de la noche y que era en esta ocasión Rocío Carrasco.
El público no ha comprendido que aun pueda haber personas en el plató que sigan cuestionando el testimonio de Carrasco. Pues las pruebas han estado muy presentes desde que empezase a hablar, unos indicios que no son comprados por todo el mundo y que aún se ven con fuerzas para seguir presionando a la hija de Rocío Jurado.
Muchas preguntas pero pocas respuestas
El programa se ha vanagloriado des del primer momento por contar con veintiocho personas que iban a preguntar a la invitada. Estas personas han aparecido en un pantallón gigante, pero sus preguntas se resistían y muchas de ellas no han acabado emitiéndose. De hecho, la sensación general ha sido que ha habido demasiada tertulia por parte de los colaboradores y muy pocas opciones de poder escuchar a Rocío Carrasco.
La otra gran crítica es que el programa ha centrado gran parte de la conversa en Rocío Flores y no en Antonio David Flores. Un fallo de escaleta y que ha desviado por completo el objetivo de esta entrevista, poniendo el foco en la hija de ambos y no en el ex colaborador de 'Sálvame' que de algún modo se le podría tachar como el artífice de todo lo que sucedió.
Mañana veremos si la audiencia ha apoyado a este formato especial o si bien, la caída ha sido grande y tendrán que rodar cabezas. Es importante recordar que durante unas horas, el programa ha coincidido con el debate electoral madrileño y que esto también puede haber robado algunos espectadores al formato de Mediaset.