A raíz de los testimonios de chicas que están apareciendo en la televisión hablando de las presuntas fiestas clandestinas con futbolistas, hoy Kiko Hernández ha querido preguntarle a Rafa Mora si a él en alguna ocasión lo habían llamado para acudir a alguna de estas celebraciones en cualidad de chico de compañía. El colaborador lo negaba y añadía que jamás ningún hombre le había hecho una propuesta para acostarse con él, admitiendo que con chicas sí que se había encontrado en varias propuestas de este estilo.
El presentador de 'Sálvame' no contento con la respuesta volvía a preguntarle a Mora si en alguna ocasión habían intentado seducirlo con algún proyecto a cambio de una cuantiosa recompensa. En este caso, el colaborador sí que recordaba una historia que accedía a contar sin dar demasiados detalles para no meterse en problemas legales. El ex participante de 'Mujeres y hombres y viceversa' ha contado que un importante empresario español lo citó para participar en un casting cinematográfico y que sorprendentemente sin tener ningún tipo de conocimiento lo superó y fue citado para una segunda reunión.
En ese segundo encuentro, el empresario le dijo al colaborador que si quería triunfar en el mundo del cine tenía que tener un buen padrino que lo apoyase en los distintos proyectos que le fuesen apareciendo. A cambio, Rafa Mora tenía que convertirse en un fiel amigo del apoderado empresario, sucumbiendo a todos aquellos deseos que se le fuesen pasando por la cabeza.
Rafa Mora rechazó el trato que le ofreció el empresario
Mora ha contado que muy amablemente rechazó la oferta, pues en ese momento estaba triunfando en la televisión y los bolos en discotecas le permitían mantener un acomodado nivel de vida que no le obligaba a caer en proposiciones deshonestas.
Por otro lado, Rafa Mora ha contado que el poder de este hombre está claramente demostrado. Pues en esa cita le dijo nombres de personas que habían aceptado sus condiciones y que actualmente siguen triunfando, mientras que otros pasaron a estar en la lista negra después de declinar las turbias intenciones del citado empresario.