El Huesca logró su primera victoria de la temporada derrotando al Alavés en casa. Aunque el partido fue muy igualado, el tanto de Javi Ontiveros en el minuto 66 les dio la victoria a los aragoneses. Un triunfo bastante agridulce para el jugador, que a pesar de haber marcado gol tenía sentimientos encontrados.
El futbolista de origen marbellí no pudo aguantar la emoción y rompió a llorar inmediatamente no sólo por la importancia deportiva esta victoria. Y es que el jugador del Huesca quiso dedicar su tanto a una persona muy especial para él, que está atravesando una situación complicada.
Sin duda será una de las imágenes de la jornada. Ontiveros besó una fotografía que llevaba en sus espinilleras mientras gritaba «¡Te amo, te amo!», visiblemente emocionado. Aunque en un primero momento parecía que estas palabras iban dedicadas a su pareja, el deportista quiso aclarar esta cuestión.
Tras el partido, el futbolista confesaba a la prensa que su dedicatoria iba dirigida a una persona muy especial a la que adora. El gol iba dedicado a su abuela Encarna, que está ingresada en el hospital a causa del Covid-19:
«La dedicatoria es para mi abuela que está en el hospital con el coronavirus. Espero que salga bien, cuanto antes, porque la necesito y la amo mucho».
De cara al aspecto deportivo, el delantero señaló que tanto para él como para el equipo la victoria suponía «un plus» porque les hacía falta. «Al equipo le hacía falta y a mí también porque venía de tiempo sin jugar y necesitaba estos minutos para aprovechar la oportunidad», resaltó.
Lo cierto es que Javi Ontiveros no es el único que tiene muy presente a su abuela en sus partidos. Uno de los grandes del fútbol también le dedica sus victorias a la suya.
El mismísimo Leo Messi confesaba hace algún tiempo que sus triunfos iban dedicados a su abuela, la madre de su progenitora. Y es que el argentino siempre que enfila al centro del campo mira y levanta los dedos hacia el cielo.
Detrás de este mantra del jugador argentino está Celia, que falleció cuando su nieto apenas tenía 10 años. A pesar de ello esta mujer dejó una enorme huella en Leo Messi.
Su primera vez
El futbolista ya ha contado en más de una ocasión que fue ella quien lo llevó por primera vez a una cancha cuando tenía apenas cuatro años. Y es que aunque sus padres se fijaban más en cómo jugaban sus hermanos mayores, su abuela tenía auténtica fijación por su nieto pequeño porque ya intuía que iba a ser uno de los grandes en el mundo del fútbol.
Celia se llevó a Leo Messi a la cancha del Grandoli, el Centro de Educación Física Número 8 Abanderado Mariano Grandoli. Al equipo le faltaba un jugador y Celia insistió hasta que consiguió que su nieto jugase.
«Mi abuela le decía 'ponelo'. Y le decían 'no, no, está muy chiquitito'. 'Ponelo, que te va a salvar el partido', le decía. Empezaron a discutir. Cambiaron un par de palabras y me puso. Hice dos goles ese partido», confesó Leo Messi, en una entrevista hace años a 'TyC Sports'.
Fue entonces cuando se descubrió a una gran estrella en el mundo del fútbol. Según contó el propio entrenador, Salvador Ricardo Aparicio, Leo Messi saltó al terreno de juego, gambeteó a todos los rivales marcando y cambiando el partido.
Todos los allí presentes pensaron lo mismo, este chico será una estrella. Desde entonces el futbolista argentino dedica todos sus goles a su abuela Celia. Y es que no es para menos, ya que ella fue su gran descubridora y la persona que confió en él desde el primer momento.