La noticia de la muerte del actor Eduardo Gómez nos ha dejado con un comienzo de domingo muy triste. Lo conocimos en ‘Aquí no hay quién viva’ encarnando al padre de Emilio— protagonizado por Fernando Tejero— y desde entonces se convirtió en todo un fenómeno como el portero del edificio. Su ‘sabiduría’ a la hora de dar consejos sobre la vida también los pudimos escuchar en ‘La que se avecina’ donde se convirtió en la «mente fría» del bar llegando a meter en más de un lío a todo aquel que se dejaba llevar por sus ideas desternillantes.
Su míticas frases de ‘Aquí no hay quién viva’
Eduardo Gómez llegó a la comunidad de vecinos como padre de Emilio Delgado encarnando a Mariano, allí se paseaba por la portería con plena libertad presumiendo de cuerpo, y es que él se sentía orgulloso de lo que la madre naturaleza le había otorgado y así se definía: «Soy Mariano Delgado, metrosexual y pensador». Además se calificaba como un experimentado de la vida dando lecciones con su mítica frase: «Tú, ignorante de la vida».
Como un auténtico caballero se paseaba por la vecindad haciendo alarde de su estilo de vida donde el cuidado personal era fundamental, por ello hizo suya la frase: «Me exfolio, luego existo. Primer pensamiento del metrosexual». Mariano valía para todo en la comunidad de Desengaño 21, incluso tenía sus propios trucos para afrontar una resaca: «¿Te saco unas cervecitas para equilibrar el PH?», una propuesta no muy descabellada que algunos utilizan para sobreponerse de una noche de copas.
Como buen portero, Mariano no era lo que se puede decir discreto a la hora de cotillear lo que sus vecinos comentaban por la escalera, pero él lejos de escudarse en excusas tontas se justificaba a su manera: «No he podido evitar oíros porque estaba escuchando». Y es que era todo un filósofo y a la hora de animar a las personas era inevitable no escuchar su frase de apoyo: «Los sentimientos, la asignatura pendiente del ser humano».
Su llegada a ‘La que se avecina’
Como no podía ser de otra forma, Eduardo Gómez también llegó a instalarse en ‘La que se avecina’ como Max encargado del bar propiedad de Enrique, creando así, el centro de las reuniones de los hombres de la comunidad: el ‘Max and Henry’. Detrás de su barra ejercía de cabeza pensante a la que recurrir cuando había un problema que solucionar: «A ver, mente fría, pensemos» se animaba.
Encarnando el papel de un vividor no dudaba en apuntarse a cualquier cosa aunque significara meterse en una cita romántica, así pues con su famosa frase «Si quiere un trío me haces un llama-cuelga a señor castor» se mostraba disponible, a pesar de que ya contaba con su inseparable Ana Rosa: «Ana Rosa, ¡mi vida!» le llamaba a su muñeca hinchable. Sin embargo si hay una frase que resume su presencia en la serie fue su grito de guerra «¿¡Qué somos, leones o huevones!?» con la que animaba a los parroquianos.