La vida de Mireia Montávez, ex concursante de 'OT 1', ha pasado por muchos altibajos desde que salió expulsada de la Academia a las primeras de cambio. La joven mantuvo una historia de amor con el mallorquín Miguel Ángel Silva, con el que tuvo dos hijos, Adrián y Yeray. Años más tarde, la cantante se casaría con el empresario Antonio Rodríguez. Ahora, trece años después de conocerse, la relación ha finalizado de la forma más triste posible para ambos.
Según ha publicado 'ABC' hace unos días, el pasado 25 de marzo, la cantante de 'Operación Triunfo' denunció a su marido por unos presuntos malos tratos en la Guardia Civil de Ocaña. Siguiendo el protocolo pertinente, los agentes fueron hasta el lugar de trabajo de su marido para arrestarle. Antonio durmió aquella noche en el calabozo y al día siguiente tuvo lugar el juicio rápido por dicha denuncia de la cantante.
Las amenazas denunciadas por Mireia, «sin testigo, ni otra prueba que así lo acredite»
Finalmente, como publica el diario 'ABC', la causa fue sobreseída provisionalmente después de que la Fiscalía del Juzgado de Instrucción nº1 de Ocaña decidiera que las amenazas denunciadas por la joven «no han sido susceptibles de acreditación suficiente. En concreto, se relatan amenazas realizadas sin testigo, ni ninguna otra prueba periférica que así lo acredite».
Sobre este término, se anuló la adopción de la orden de protección pedida por Mireia «al no apreciarse una situación de riesgo objetivo para la vida o integridad física o psíquica». El pasado 26 de abril , sin recurso alguno de por medio, el auto de sobreseimiento provisional fue firme: «Fue una denuncia falsa y me duele especialmente porque es un tema muy sensible que hace daño a las verdaderas mujeres maltratadas».
Las millonarias deudas de la triunfita, según su exmarido
Antonio cuenta en 'ABC' que su matrimonio comenzó a flaquear en 2016 al conocer una infidelidad con un técnico de un famoso grupo de música español: «Ella me pidió tiempo, decía que no sabía lo que sentía por mí. Ocho meses después y tras reconocer la infidelidad, me dijo que quería volver porque estaba totalmente enamorada de mí. ¡Como para no estarlo, si le di todo lo que tenía!», confiesa.
«Estaba totalmente arruinada y, por amor, vendí dos tiendas y mi empresa de reformas. Los 140 mil euros que saqué de la venta fue íntegro para sofocar sus impagos. Debía 7.000 euros de luz, 6.000 euros de coche… todo un desastre», se lamenta el ex de Mireia.
Los celos de Mireia de sus compañeros de 'OT1'
Antonio cambió de rumbo y fundó la empresa 'Hay Producciones' con la que grabaron todos los singles y videoclips de la ex triunfita. «Ahora, después de todo lo que yo he hecho por ella, se ha llevado el material que teníamos en casa para las actuaciones. Equipos musicales valorados en unos quince mil euros que ahora he tenido que volver a comprar porque llevo a otros artistas».
Además de lo citado, el empresario musical cree que «se ha quedado con un coche, la autoría de un musical que yo le monté y que funciona muy bien y, lo que es peor, no está pagando su parte correspondiente de la hipoteca de nuestra casa». Una dolorosa situación que le ha provocado tener que someterse desde hace tiempo a tratamiento psicológico.
Por si fuera poco, todo se fue al traste con la pandemia y Mireia se puso a trabajar de limpiadora y Antonio como dependiente en una gasolinera: «Fue el principio del fin. Ella empezaba a comportarse de forma extraña. Con el tiempo, me enteré de que había empezado una historia con un compañero de la empresa con el que ahora está. Me ha engañado mucho y le he tapado más». Además, acerca de sus excompañeros de 'OT', Antonio afirma que «tiene muchos celos. A Natalia, por ejemplo, la llama la del kiosko abierto por su forma de bailar; a Gisela no la puede ver porque canta las canciones de Disney; a Chenoa no le perdona su éxito… pero lo peor es lo de Álex Casademunt», sentencia.