Ariadna Cross saltó a la fama tras ser la defensora de su padre, Fortu, cantante y líder de la banda Obús, cuando este comenzó su participación en 'Supervivientes 2015'. Poco a poco, la joven comenzó a ganarse un puesto en televisión hasta ser una de las concursantes de 'Gran Hermano 12+1' y la fama de su participación, la convirtió en un personaje más de la televisión independizada de la influencia de su padre.
Después de un tiempo alejada del foco mediático, Ariadna contó con la ayuda de Instagram para seguir sumando seguidores. Es a través de su cuenta desde donde hemos podido ir conociendo aquellos aspectos de su vida hasta ahora desconocidos, donde sus problemas de salud han llamado poderosamente la atención.
Entre algunos de los episodios vividos con los servicios sanitarios, la hija de Fortu confesó a sus seguidores la enfermedad que padece y que podría tener graves consecuencias. Ariadna Cross debe someterse a un gran número de chequeos médicos para controlar el angioma cerebral que padece desde hace años. Por el momento, y mientras las pruebas no detecten ninguna anomalía que pueda provocarle terribles resultados, la joven se mantiene bien pero siempre en observación.
El angioma cerebral es una anomalía producida en los vasos sanguíneos del cerebro. Se trata de una malformación vascular provocada por la agrupación de capilares dilatados. Este tipo de enfermedad suele diagnosticarse entre los 20 y 30 años, de ahí que Ariadna Cross lleve años conviviendo con ella.
El mayor riesgo y miedo de Ariadna, y de los diagnosticados con la misma patología, es sufrir un derrame cerebral. Por ello, la detección precoz de cualquier variación es primordial para evitarlo. «Me voy ahora al Gregorio Marañón porque me toca resonancia del coco loco. Para el que no lo sepa y me pregunte, pues bueno, ya os cuento... Tengo un angioma en el cerebro» explicaba la propia Ariadna en su cuenta de Instagram.
«Ya he salido de la resonancia. Estoy viva. Espero que esté todo bien, que no tengan que hacerme nada, que ya me dejen en paz y dejen de hacerme resonancias porque lo paso fatal. Aunque estaban como muy serios. No sé, a mí eso me raya. Pero bueno, seguro que no es nada y es que eran así...» explicaba Cross tras la salida de una de sus revisiones médicas.
Una situación que mantiene a Ariadna Cross en constante tensión y preocupada porque su salud no se complique, más aún teniendo en cuenta que es madre de una niña por la que está dispuesta a luchar siempre para que no le falte de nada.