Diego Matamoros por fin ha dado negativo en el test por coronavirus tras unas semanas de lo más complicadas. El hijo de Kiko Matamoros deberá permanecer aislado en su casa donde ha pasado la enfermedad completamente solo.
Sin la presencia de su mujer, Estela Grande, Diego ha sido consciente de la soledad que le rodea a pesar de haber contado con el apoyo de su hermana Laura, quien se ha encargado de que a su hermano no le falte de nada en lo días en los que ha estado enfermo llegándole a regalarle un robot de cocina.
Aparte de su hermana, el hijo de Kiko Matamoros también ha tenido a su gran amigo Rafael junto a él, pero sin embargo, en sus días en soledad en lo que más ha pensado ha sido en Estela: «Me he apoyado en amigos, familia en general. Estela también me ha ayudado. He hablado con ella y cuando he estado mal me ha mandado mensajes» explicaba.
La relación entre Estela y Diego no está pasando por su mejor momento y a pesar de haber mantenido el contacto, Matamoros no ha llevado nada bien pasar la cuarentena sin ella: «Me hubiese encantado estar aquí pasándolo con mi ex pareja, todavía tengo muchos sentimientos hacia ella y me hubiera gustado. No ha sido posible, la situación es la que es» contaba.
Durante estas duras semanas, Diego ha sacado una lección y tiene claro qué es lo que hará cuando termine toda esta situación: «Recomponer un poco mi vida». Pero antes de poner todo en orden, dará un paseo por el parque: «Creo que la cosa va a ser gradual y mucho. La primera vez dar un paseo, tirarme en un banco y tomarme algo, si es posible con algún amigo. Venir a casa y montar un circo con varios amigos, si lo permiten» aseguraba, al tiempo que añadía que también irá a ver a su madre.