Existe una creencia muy extendida que dice que algunos virus solo son contagiosos durante el período de incubación. Un mito popular que lleva a las personas enfermas de gripe y resfriado, por ejemplo, a decir aquello de «no te preocupes, ya no soy contagioso». Pero se trata de una falsa creencia, ya que estos virus siguen contagiándose algún tiempo después.
Los estudios científicos han demostrado que virus como el de la gripe y el resfriado siguen siendo contagiosos tras desaparecer los síntomas. Algo que lleva a los expertos a preguntarse qué ocurre con el nuevo coronavirus, cuánto tiempo dura su contagiosidad y cómo pueden evitarse las infecciones cuando una persona contagiada no presenta síntomas.
Según un extenso estudio publicado en la revista científica The Lancet, las personas que tienen coronavirus tienen más capacidad para transmitir el coronavirus durante los cinco primeros días de tener los síntomas. Durante los primeros días de los síntomas tienen niveles más altos de virus, y virus vivos capaces de replicarse hasta nueve días después de empezar los síntomas.
Además, varios informes demuestran que las personas infectadas contagian más a los demás justo antes de manifestar los síntomas y durante la primera semana de tener coronavirus. Las conclusiones se han extraído de 79 estudios globales sobre Covid-19 realizados sobre la base de pacientes sintomáticos positivos de coronavirus.
Las evidencias indican que la mayor carga viral detectada en la garganta de los infectados alcanzó su punto máximo en el momento de empezar los síntomas o en los cinco días posteriores, y que hasta 17 días después de comenzar los síntomas se encontraron fragmentos del coronavirus inactivo en nariz y garganta.
Los científicos aseguran que a pesar de la persistencia de rastros de coronavirus días después, es poco probable que la mayoría de las personas sigan siendo muy infecciosas más allá de ese período.
La incubación, clave
Desde el inicio de la pandemia, varios estudios han estudiado la incubación del coronavirus para resolver estas dudas. En mayor, la Universidad Johns Hopkins llevó a cabo un estudio que determinó que el período de incubación reciente, desde la infección hasta la manifestación de los primeros síntomas, es de 5,1 días. Y que la mayoría de los contagiados que desarrollan los síntomas, un 97,5%, lo hacen a lo largo de 11,5 días de media.
Según el doctor Vicente Soriano, experto en enfermedades infecciosas que trabajó para la Organización Mundial de la Salud (OMS), «desde que una persona se expone al virus a través de la nariz o de la boca pasan de promedio tres días hasta que empieza a desarrollar síntomas, como tos y fiebre».
Soriano añade que la capacidad de contagiar a otros se prolonga de 7 a 10 días más, y que a partir de ese momento, cuando han desaparecido los síntomas, baja la posibilidad de transmitir el virus a los demás. Eso no quita, advierte, que las pruebas PCR puedan seguir detectando el coronavirus y dando positivas varios días o incluso semanas después del contagio.
Por lo tanto, una PCR positiva no implica que una persona siga siendo contagiosa: la PCR que detecta fragmentos del genoma del virus puede continuar positiva después de una, dos o hasta tres semanas después, según el experto.
El problema de los asintomáticos
Según el doctor Soriano la contagiosidad del coronavirus dura de 7 a 10 días, uno o dos días antes de empezar los síntomas y mientras los síntomas ocurren. Dicho de otro modo, los cinco primeros días tras tener síntomas son los que más riesgo llevan de transmisión. Pero entonces surge otra pregunta.
¿Y si una persona se contagia con el coronavirus y no presenta síntomas, cómo sabe que no contagiará a los demás? Para resolverlo, un estudio publicado en agosto determinó que el 30% de los pacientes con coronavirus son asintomáticos, y que a pesar de no presentar síntomas, los pacientes son portadores de la misma cantidad de virus que los pacientes con síntomas. En ambos casos, la carga viral y la duración son las mismas.
De ahí la importancia de usar mascarillas y respetar el distanciamiento social. Se trata de dos medidas básicas de sanidad que ayudan a reducir el riesgo de contagio de una persona contagiada y asintomática. Según Vicente Soriano, «con los asintomáticos no se sabe por cuánto tiempo pueden ser contagiosos».
En este caso, los asintomáticos pueden transmitir virus a otros durante una semana igual que los que tienen síntomas, dice el doctor Soriano, pero a menos que la persona se haga una PCR o un test de antígenos, esa persona pasa desapercibida. Es en ese punto cuando entra en juego otro elemento clave para la prevención: el rastreo.
Aislamiento
Las política de detección masiva y precoz del coronavirus, y el rastreo para detectar los contactos cercanos durante los últimos días y ponerlos en aislamiento, se han revelado como las estrategias clave de salud pública para combatir una pandemia que se propaga sobre todo a través de los asintomáticos.
El rastreo es fundamental para identificar a las personas que han podido estar en una zona de contagio con asintomáticos, y hacerles el test antígeno o PCR a partir de las 48 horas. Esta es la forma de identificar asintomáticos y ponerlos en aislamiento durante 10 días para evitar la propagación.
Unas recomendaciones que sin embargo no se aplican a las personas con síntomas más graves de Covid-19. El Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, establece que cuando una persona con un cuadro grave no ha sido hospitalizada debe permanecer en su casa hasta 20 días después de la aparición de los síntomas.
Lo mismo sucede con las personas contagiadas que tienen trastornos en el sistema inmunitario o con sistemas inmunes debilitados. En este caso, las autoridades sanitarias recomiendan pasar más tiempo en aislamiento y consultar a su médico la duración del período.