A día de hoy aún existen muchas incongruencias con respecto al uso de las mascarillas, normal hasta cierto punto porque era un elemento de prevención que considerábamos innecesario en la mayoría de los casos, pero lo cierto su uso debe ser regulado o al menos no invasivo. El tipo de situaciones que son desconcertantes vienen dadas por la libertad de su aplicación en algunos lugares interiores y su obligatoriedad en espacios libres.
Uno de los especialistas que cuestiona el marco legal de este tipo de situaciones es Marc Lipsitch, director del Centro de Dinámicas de las Enfermedades Infecciosas de la Universidad de Harvard. «Generalmente soy muy radical en la defensa de las normas con un beneficio claro, pero ponerse la mascarilla al aire libre tiene costos importantes y realmente no hay evidencias de sus beneficios» comentaba el investigador en una de sus redes sociales.
Esta afirmación la respaldan diferentes estudios, uno de ellos ha tenido como muestra 318 brotes de Covid en China durante el inicio de la expansión del patógeno. Según se ha podido determinar de todos ellos, solamente uno fue causado al aire libre. Una de las organizaciones dedicadas al control de las enfermedades en Europa es la ECDC y solamente recomienda el uso de mascarilla en el interior de lugares públicos.
La transmisión del virus
La enfermedad como se ha mencionado en innumerables ocasiones tiene una predilección de transmisión por el aire, en un efecto aerosol que provoca una saturación del entorno. Así lo ha determinado un estudio publicado en 'The Lancet', en el que se argumenta esta afirmación a la vez que se aportan una serie de recomendaciones para los espacios cerrados.
Soluciones como aumentar la ventilación, utilizar mascarillas bien ajustadas en establecimientos, evitar coincidir con personas no convivientes en estos lugares o reducir el número de asistentes a un evento.
«Al aire libre solo es necesario ponerse la mascarilla cuando hacemos ejercicio extenuante, por ejemplo al correr, si pasamos muy cerca de otras personas, por ejemplo en una acera. Por lo demás, no es necesario llevar mascarilla al aire libre, porque el virus en el aire se disipa rápidamente. Pero si inhalo el aire que acabas de exhalar, estoy en riesgo» comenta el autor del estudio.
Otros expertos defienden regular su uso
Es el ejemplo de Lidia Morawska, codirectora del Centro para la Investigación de la Calidad del Aire de Australia-China, una de las pioneras en el aspecto de la transmisión del coronavirus. «Siempre he dicho que al aire libre, cuando uno se está moviendo y puede mantener una distancia razonable, las mascarillas no son necesarias. Por ejemplo, al caminar por un parque, al correr o al montar en bicicleta. Sin embargo, necesitamos mascarillas al aire libre si estamos en una multitud y muy cerca de otras personas» comenta para 'El País'.
Otro especialista en este terreno es Van Der Westhuizen, que sugiere a las autoridades internacionales que animen a cambiar ciertos marcos legales. «Estar al aire libre es mucho más seguro que estar en un interior, pero hay que seguir usando mascarilla si no puedes guardar la distancia o si vas a estar en contacto con una persona de un grupo de riesgo de covid grave» comenta el investigador.
Pero estos reclamos no provienen únicamente de la comunidad internacional, sino que el pasado 25 de marzo más de un centenar de especialistas publicaron una carta pública a las autoridades, para replantear el uso de las medidas preventivas. Una de las premisas que formaba parte de este documento era el uso de mascarillas al aire libre, porque «la probabilidad de contagio al aire libre es al menos veinte veces menor que en interiores».
Desde el Ministerio de Sanidad se afirma que por el momento se deben respetar las medidas aprobadas, comentario que es respaldado por algunos profesionales que prefieren no tocar las restricciones hasta que el proceso de vacunación se haya completado. Por el momento esta cifra alcanza el 21% en España.