Chari Lojo, una de las concursantes más destacadas de la 12ª edición de «Gran Hermano», deja su ciudad natal para trasladarse a vivir a Ceuta tras aprobar las oposiciones de funcionaria de prisiones según ha publicado El pueblo de Ceuta.
Actualmente, la décima expulsada del reality show emitido en 2010 en Telecinco, ha dado un giro inesperado de 180 grados a su vida y se encuentra en su periodo de prácticas en el Centro Penitenciario de Fuerte Mendizábal, en Ceuta.
Un nuevo reto
La participante ha compartido varias instantáneas en sus redes sociales donde se encontraba en Ceuta y en zonas cercanas, presumiendo de su nueva vida. Chari se muestra sonriente en un conocido resort y ha escrito junto a la fotografía: «Detrás de los sueños, siempre hay esfuerzos que la gente no ve...».
Después de abandonar Guadalix, la gaditana, famosa por su fuerte carácter, su espectacular físico y por permanecer en la casa durante 81 días, participó en diferentes programas de televisión y aprovechó la fama para ganar dinero haciendo bolos en discotecas de toda España y un par de desnudos para diferentes revistas.
Su vuelta a las pantallas
Tras su salto a la fama y al ser una de las concursantes que más juego daba, Zeppelin TV y Telecincodecidieron rescatarla para que formara parte de El Reencuentro, una aventura que comenzó junto a su exnovio Rubén Estévez y donde fue expulsada por llegar a las manos con el mismo.
Asimismo, en 2015, la joven lo intentó en GH VIP 3 como concursante reserva tras el inesperado abandono de Kiko Rivera y la expulsión disciplinaria de Los Chunguitos.
Lejos de las cámaras
Después de su paso, Chari decidió alejarse de la televisión y se sometió a diferentes intervenciones estéticas que cambió su rostro por completo y por las que ha recibido muchas críticas.
Este verano, la concursante publicó una fotografía en su perfil de Instagram donde aparecía irreconocible y muchos de sus seguidores la juzgaron. La funcionaria de prisiones, decidió eliminar el post y sustituirla por otras fotografías en las que aparecía posando con un bikini en color negro, en una cueva del balcón de Europa, en Nerja, sin parte de arriba: «Cada verano tiene una historia...», apuntaba.
Además de una cara bonita, Chari vuelve a conseguir un nuevo reto, un sueño que tampoco se le ha resistido.