Rocío Carrasco concedió el pasado miércoles su última entrevista en directo. Aunque, no estuvo sola, sino que contó con la inseparable presencia de su marido, Fidel Albiac.
El abogado, a su vez, también iba acompañado de Anabel Dueñas, la inseparable amiga de la pareja que protagoniza el musical de 'la más grande'.
Sin embargo, los rumores acerca de que Carrasco y Albiac podrían estar reteniendo a la joven y tenerla doblegada a sus órdenes, no dejan de sucederse.
Al parecer, Rociíto le habría impuesto a Anabel una serie de normas para protagonizar el musical sobre su madre, Rocío Jurado. Entre ellas, cortar todos sus vínculos con gente de la televisión.
La cantante, quien participaba en '¡Qué tiempo tan feliz!' bajo el mando de María Teresa Campos, decidía entonces alejarse de sus amigos. «Ella es ambiciosa profesionalmente. Se piensa que es la reencarnación de Rocío Jurado».
Así lo denuncia Mercedes Durán, amiga y compañera de la joven. «Cuando recibió la oferta de Rocío Carrasco hizo las maletas y se instaló en su casa».
Poco después, Anabel dejaba el grupo al que pertenecía y también a su novio. «Es una decepción muy grande. Para mí era mi hermana y de pronto me deja por un musical, yo le di todo mi amor y mi confianza y ella me traicionó».
Desde entonces, sigue a Carrasco y su marido a todas partes. «Desapareció porque no quería ninguna sombra a su alrededor que le hiciera mal. Lo mismo ella pensaba que yo era de otra manera o yo que iba a pelear por detrás para llevarme el papel».
Así, no sorprende que ella estuviera detrás de cámaras junto a Fidel, muy pendiente de lo que ocurría en plató. De hecho, no dudaba en mostrarle todo su apoyo al abogado cuando este se derrumbaba al escuchar el relato de su mujer.
Hubo varios momentos en los que Albiac fue incapaz de contener las lágrimas. En concreto, cuando entraron en directo familiares de Rociíto.
«Vamos a tratar de seguir adelante»
«Mientras habla Antonio Carrasco, el tío de Rocío, podemos ver a Fidel emocionado y con los ojos llenos de lágrimas», comentaba la reportera al ver la escena.
Incluso hubo un momento en el que Fidel se vio obligado a abandonar el plató, justo cuando trataban el tema de Rocío Flores. La situación le superaba por completo y prefería no escuchar lo que Rociíto tuviese que contar al respecto. No quería que la protagonista del momento le viera derrumbarse.
Y, cuando le preguntaban por como había vivido la emisión del documental, aseguraba que «con mucha expectación y viendo con sorpresa todo lo que estaba sucediendo».
«A Rocío la he visto bien, aunque a veces no estaba muy cómoda. Ahora vamos a tratar de seguir adelante», zanjaba acerca de su futuro.
Sin duda, una cara desconocida del marido de Carrasco que todavía no habíamos visto, y que nada tiene que ver con su anterior intervención.
Albiac entraba en directo durante la anterior entrevista que concedía en directo su mujer, aunque su actitud no terminó de convencer a la audiencia.
«Quiero darle mi apoyo público, que no sé si hace falta o no, pero no solo a ella, sino a toda persona que se ha visto en esas circunstancias», anunciaba públicamente.
Algo, que no jugó a favor de la pareja en un momento trascendental que les habría servido para ganar apoyos. Muchos criticaron su frialdad y también el enfrentamiento con María Patiño, a la que llegó a insultar.
«Me han puesto 300 millones de trabas desde el minuto 0, pero no vamos a decir que eso iba dentro del oficio», aseguraba.
«No me gusta salir en los medios pero, ¿y qué hago? Lo que veo en mi casa desde hace años es un sufrimiento continuo», alegaba en defensa de su mujer.