Mercedes Milá en el plató de 'El Hormiguero'

Muy fuerte: Una cámara oculta en Telecinco acaba con 2 personas en la cárcel

Las grabaciones han sido decisivas para demostrar su culpabilidad

En numerosas ocasiones, oímos hablar de la televisión como una 'caja tonta' que no sirve para nada. No obstante, eso no es cierto pues nos ayuda a entretenernos, a informarnos e incluso, en casos como el que ahora nos ocupa, se ha convertido en una pieza fundamental para que dos delincuentes acaben en la cárcel.

En concreto, ha sido una  cámara oculta del famoso programa 'Diario de...', que presentó Mercedes Milá entre 2010 y 2014, el que ha ayudado a lograr que dos personas acaben siendo condenadas por estafa.

El caso

La Sala de lo Penal del Tribunal Supremo es la que ha condenado a dos falsos médicos por estafa. En concreto, la sentencia les establece una pena de cuatro años y seis meses de prisión por haber ejercido como médicos sin tener titulación. Eso sin olvidar que, además, se les ha establecido el tener que proceder a indemnizar a los afectados con unos 137.000 euros.

Los ahora condenados desarrollaban una labor médica en Vinaroz (Castellón), a pesar de que uno solo tenía una titulación en terapias naturales y de que otro únicamente poseía títulos extranjeros no convalidados en nuestro país. Así, examinaban a pacientes, les establecían tratamientos e incluso llegaron a realizar distintas intervenciones de cirugía. Acciones con las que engañaron a unas veinte personas.

A oídos del programa presentado por Milá llegó en su momento el que esos supuestos doctores estaban engañando a sus pacientes. Por eso, aquel espacio de Mediaset decidió investigar lo sucedido mediante una cámara oculta, obteniendo importante información sobre la manera de actuar de aquellos, especialmente de los diagnósticos y tratamientos que llevaban a la práctica.

Es cierto que los ahora condenados en todo momento intentaron evitar que el DVD con el mencionado programa no fuera aceptado como prueba en el juicio. Sin embargo, tanto la Audiencia de Castellón como el Tribunal Supremo sí han considerado acertado el utilizarlo, porque han hecho prevalecer, ante todo, los principios de necesidad, proporcionalidad y racionalidad. Y es que ha ayudado a demostrar la veracidad de las acusaciones de las víctimas.