Desbordada por la situación. Así se encuentra Ana Soria desde que salió a la luz su relación con el torero Enrique Ponce.
La joven almeriense de tan solo 21 años se ha convertido en uno de los rostros más perseguidos por la prensa del corazón.
La presión mediática podría estar pasándole factura.
La fama es lo que tiene
Del anonimato absoluto a ser el centro de todas las miradas en tan solo una semana. Siete días han sido suficientes para que Ana Soria sea la protagonista de todos los comentarios en los medios de comunicación.
La nueva pareja del torero Enrique Ponce se ha convertido en el personaje del corazón más codiciado por la prensa especializada. Las marcas más prestigiosas de nuestro país han comenzado a fijarse en ella.
Por ella Ponce ha roto su relación con Paloma Cuevas después de más de 24 años de matrimonio.
La primera señal de las consecuencias que tiene que su nombre esté en boca de todos: en tan solo unos días su perfil de Instagram ha pasado de tener 500 seguidores a más de 30.000.
Es solo un ejemplo del interés que ha generado Ana tras saberse de su relación con el matador de toros. Las marcas más potentes se han puesto en contacto con distintos periodistas para hacerse con el contacto de Ana Soria. Su objetivo es contratarla para campañas publicitarias y eventos.
Sobrepasada por los acontecimientos
Sin embargo este ascenso repentino al Olimpo de la fama podrí haber sido demasiado para la joven. Así las cosas ha tomado una decisión radical y ha borrado su perfil de Instagram.
A través de la red social todos pudimos conocer un poco más a Ana. Una chica joven y sonriente que como cualquier persona de su edad piensa en disfrutar de la vida. Su perfil estaba repleto de posados en bikini con los que compartía con sus seguidores su belleza.
Ana Soria está estudiando Derecho. Fuentes de su entorno más íntimo aseguran que le gustaría hacer carrera como modelo y actriz.
La playa es uno de sus lugares favoritos. Antes de cerrarlo en su perfil había publicado varias fotografías en las que se la veía disfrutando de la arena y el mar.