El programa de Ana Rosa Quintana, el que lleva su mismo nombre ha tratado durante esta semana la actualidad que asola España a causa de las personas que han atravesado la frontera de España con Marruecos. Ante la sorpresa de los televidentes, y la disparidad de opiniones que acompañaron a su atuendo, la comunicadora apareció en pantalla portando dos cruces colgadas del cuello.
Algunos de los que veían el programa desde sus domicilios han catalogado al collar que portaba como la mismísima Cruz de la Victoria. Esa que según cuenta la historia de España acompañó a don Pelayo durante la batalla de Covadonga, en ese último punto donde la resistencia peninsular sometió a los musulmanes y se inició la reconquista.
Sobre todo, los comentarios de estas personas aseguran que la presentadora ha realizado este guiño justo en el momento en el que ha ocurrido el suceso migratorio de Ceuta. La escena tiene lugar cuando la Delegación del Gobierno en Ceuta ha elevado la cuantía de migrantes a 4.800 ciudadanos marroquíes que volvía a su territorio. Si bien la decisión que se planteaba en un primer momento era crítica, estas personas han accedido voluntariamente a regresar a su territorio tras acceder irregularmente a la ciudad autónoma entre la madrugada del lunes y la tarde del martes.
Revolución en las redes
Algunas de las reacciones que ha provocado esta imagen en las redes han aunado publicaciones en las redes sociales.
Mientras que se retransmitía el programa las Fuerzas de Seguridad del Estado y otras unidades militares desplegadas en el entorno de la frontera del Tarajal. La postura que desplegaron los agentes fue la de identificar a cualquier persona procedente de marruecos en base a una verificación de los documentos de identidad que porte, y expulsarla de vuelta a su país de origen.
Uno de los problemas que encontraron los agentes de la ley fue que la disposición amistosa resultó en una nueva respuesta pasiva por parte de los guardias marroquís, que permitieron de nuevo volver a cruzar a otras personas al suelo español, así lo han confirmado fuentes de 'Europa Press'.
El despliegue policial contribuyó eso sí, a reducir el tránsito de migrantes sobre la ciudad de Ceuta, sobre la que no se han vuelto a registrar nuevos movimientos en las próximas horas. Aunque la situación denote una mejoría, desde La Policía Nacional se mantiene un equipo apoyado por las secciones de Extranjería y Científica que permitirán agilizar los trámites legislativos para que las personas de Marruecos vuelvan a su país.
Es vuestro problema
Es la postura que ha tomado desde un primer momento el gobierno marroquí, que asegura que «hay actos que tienen consecuencias, y se tienen que asumir». Esta ha sido la declaración de la embajadora de Marruecos en España, Karima Benyaich, señalando directamente la decisión de España de escuchar al líder de los saharauis, Brahim Ghali.
La política ha sido convocada a una reunión con la ministra de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, Arancha González Laya. Previo a esa reunión, ha vuelto a retirarse en la posición que defiende Marruecos, y es que según informa el medio citado «hay actitudes que no se pueden aceptar», y ha apelado a la «confianza mutua».
Otro de los aspectos que ha destacado es la rapidez con la que ha sido llamada por el Gobierno, y asegura que la forma de atajar las cosas con el diálogo será la manera adecuada para que ambos países puedan llegar a un acuerdo que sea beneficioso para todas las partes. A pesar de ello, las palabras procedentes del territorio africano han sonado más a una advertencia que a una muestra conversacional.