Después de haber cumplido por fin los ansiados 18 años, la vida de Julia Janeiro ha dado un gran vuelco. Arropada tan solo por su novio, Brayan Mejía, y sus amigos, ya que sus padres no han podido acercarse hasta Madrid debido a la pandemia y pasar este día tan especial junto a ella, la joven ya estarpia recibiendo sus primeras ofertas de trabajo.
Habiendo conseguido superar la increíble cifra de más de 170.000 seguidores en Instagram, muchos ven en Julia una influencer en potencia que puede llegar a vivir bastante bien gracias a las colaboraciones que diversas marcas le ofrezcan.
De momento, y tras haber acaparado todos los focos, la hija de Jesulín de Ubrique y María José Campanario asegura que «asume el riesgo por completo» de todo lo que implica convertirse en una figura conocida.
Y es que Julia ha podido experimentar también los primeros inconvenientes que trae consigo la fama, ya que ha recibido muchísimas críticas por su físico, sugerente estilo de vestir e incluso sus largas uñas, un estilo que le ha valido el mote de 'mini Kardashian' por su gran parecido con las famosas hermanas.
Pese a ello, parece que la joven sigue enfocada en sus estudios, tal y como confirmaban sus propios padres en la exclusiva entrevista que concedieron hace unos días a la revista ¡Hola!, donde apuntaban que, de momento, Julia estaba sacándose el carnet de conducir y el grado más alto de inglés, un C2, además de tener planes de ir a la universidad y estudiar la carrera de Admnistración de Empresas, la cual compaginaría con su faceta de estrella en redes sociales.
Además, para protegerse de los 'haters' y sus comentarios maliciosos, la hija de Jesulín tomaba la determinación de desactivar los comentarios en sus publicaciones para evitar tener que aguantar más críticas.
Algo, que incluso la propia Belén Esteban, ex de su padre, denunciaba: «Lo que me parece vergonzoso es que la niña tiene 18 años. Puede ponerse lo que le dé la gana, e ir con las uñas que le dé la gana. Me parece que criticar eso es vergonzoso», apuntaba la colaboradora de 'Sálvame', quien se encargaba también de puntualizar que los problemas que haya tenido con Jesulín y Campanario son cosa del pasado, y que no debe afectar a la relación de hermanas de su hija Andrea con Julia.
«Ante todo, son hermanos de mi hija», declaraba. «Los problemas que hemos tenido los mayores no tienen nada que ver con ellos».
No cabe de duda de que los fans de Julia han subido como la espuma en muy pocos días, y pasaba de tener apenas 6.000 hace unos meses, a alcanzar la impresionante cifra de más de 170.000 seguidores en Instagram, entre los que se encontrarían otros rostros conocidos de la televisión como Sofía Suescun.
Pero, ¿cuanto podría llegar a cobrar Julia por las fotos que sube ahora que ya se ha convertido en toda una estrella en redes? Lo cierto es que su caché es bastante alto para acabar de irrumpir en la plataforma.
«Ahora mismo con el número de seguidores que tiene podría pedir 500 euros como mínimo por una fotografía en el muro, incluso si se hace con una agencia que la asesore puede sacarse bastante más», explican en la revista 'Semana'.
Queda claro que Julia cuida muchísimo cada una de las publicaciones que sube, con lo que consigue hacer su perfil bastante atractivo. De hecho, según los expertos, estaría haciendo un gran trabajo. «Si lo hace bien puede interesar principalmente a marcas de moda, belleza y lifestyle».
Aunque, eso sí, la joven debería dejar a un lado las extravagancias, ya que las marcas buscan cada vez más la naturalidad. «Las marcas cada vez rechazan más las colaboraciones que no quedan naturales».
Eso, sumado al gran morbo que genera ser hija de quien es, o la posibilidad de que en algún momento se pronuncie y haga alguna declaración, podría inflar la cifra todavía más. Ese es el caso de Rocío Flores.
«Tenemos un ejemplo clarísimo con Rocío Flores. Cuanto más tienes que contar más puedes pedir, aunque Julia no hable de su familia, solo con el morbo la tarifa sube, aunque solo sea para hacer publicidad a una marca».