Y fueron felices y comieron perdices... hasta que se acabó el amor y llegó el divorcio. Y con él las discusiones económicas. En esas están ahora el cantante Alejandro Sanz y su ex pareja Raquel Perera.
Una petición millonaria
Raquel Perera le pide una auténtica fortuna al artista. De momento no hay acuerdo entre ambos. Se prevé una dura batalla judicial para dirimirlo.
Las posturas entre Alejandro Sanz y Raquel Perera en lo referente a su divorcio están muy alejadas. La pareja anunció el año pasado año que se separaban.
«Somos una familia y siempre lo seremos. Decidimos amarnos para siempre y así será», aseguraban entonces los dos en mensajes publicados en sus respectivas redes sociales.
Ahora parece que esas dulces palabras se las llevó el viento. De momento no son capaces de llegar a un entendimiento económico.
Perera ha interpuesto una demanda ante los tribunales de Miami. No es poco lo que le pide al músico. Reclama una pensión vitalicia de 40.000 euros mensuales.
Raquel Perera justifica semejante montante aduciendo que la necesita para que sus hijos mantengan el mismo nivel de vida del que han disfrutado todos estos años.
Contundente respuesta del cantante
A Alejandro Sanz no le ha hecho ninguna gracia la cantidad propuesta por Perera. La considera absolutamente desproporcionada. Su primer movimiento ha sido realizar una contraoferta. Su propuesta sería abonar una pensión mensual por valor de 15.000 euros.
Raquel Perera la ha rechazado por insuficiente. Argumenta que solo por la casa en la que viven ya paga un alquiler que asciende a 18.000 euros mensuales.
Así las cosas la también ex representante del cantante ha pedido ante la corte de Miami protección para que el cantante no gaste todo su dinero y sus bienes antes de que se resuelva el divorcio pendiente.
Ante el cariz que van tomando los acontecimientos Alejandro Sanz habría respondido a su exmujer con una serie de mensajes de Whatsapp. En ellos el gaditano amenaza con no dejarle ningún tipo de ayuda económica.
También advierte de la posibilidad de cancelar todas las tarjetas de crédito que ambos tenían de su cuenta bancaria en común.