El príncipe Harry ha vuelto a hacerlo, y si bien hace una semana dejaba completamente 'en shock' a la familia real británica, ahora les ha dado el golpe definitivo que terminará de hundirles. Todo, en una serie documental centrada en la salud mental que recuerda mucho a la de Rocío Carrasco.
Así, el hijo de Lady Di no ha dudado en volver a sacar a la luz el temor que tenía a que su mujer perdiese la vida de la misma forma que lo había hecho su madre, por culpa del acoso mediático. «A mi madre la persiguieron hasta la muerte, porque tenía una relación con alguien que no era blanco, y mira lo que pasó. ¿Queremos que la historia se repita? No pararán hasta que ella muera. Es terrorífico perder a otra mujer en mi vida», ha recalcado.
De esa forma, vuelve a poner en debate el racismo que Meghan Markle denunciaba en su ya histórica entrevista con Oprah Wenfrey, donde desvelaba que a la realeza le preocupaba el color de piel de su hijo Archie. Toda una bomba de la que los ingleses no han terminado de recuperarse, cuando el duque de Sussex vuelve a atacar sin piedad a su familia, demostrando así lo poco arropado que se ha sentido por los suyos.
«Pensaba que mi familia me ayudaría, pero todas las peticiones, todas las señales encontraron un silencio o una negligencia total. Pasamos cuatro años tratando de que funcionara. Hicimos todo lo que pudimos para quedarnos allí y seguir haciendo nuestro trabajo», sentencia echándole en cara a la Institución que hayan hecho caso omiso de su sufrimiento y el de su esposa.
Pero, eso no es todo, sino que su padre, el príncipe de Gales, ha salido realmente mal parado después de que Harry haya puesto en duda su papel tras la muerte de Lady Di. Por lo visto, en vez de aportar soluciones, el príncipe Carlos se dedicó a decirle a sus hijos que debían aprender a lidiar con la prensa, tal y como había hecho él.
«Fue así para mí, así que para ti será así», fueron las palabras que pronunció. Algo, que Harry no pensaba tolerar ni pasar por alto. «Eso no tiene sentido. El hecho de que hayas sufrido no significa que tus hijos tengan que sufrir. De hecho, es todo lo contrario: si sufriste, haz todo lo posible para asegurarte de que, independientemente de las experiencias negativas que hayas tenido, puedas arreglar las cosas para tus hijos», señala lanzando un dardo envenenado a su padre.
Además, el duque de Sussex se ha confesado acerca de su época más oscura, cuando decidió refugiarse en las drogas y en el alcohol para superar la muerte de su madre, la cual le afectó muchísimo más de lo que pretendía aparentar.
«Estaba dispuesto a beber, estaba dispuesto a tomar drogas, estaba dispuesto a intentar hacer las cosas que me hacían sufrir menos. Poco a poco me fui dando cuenta de que no bebía de lunes a viernes, pero probablemente me bebería el equivalente a una semana en un día, un viernes o un sábado por la noche. Y me daba cuenta de que bebía, no porque lo disfrutara, sino porque intentaba enmascarar algo», ha explicado al respecto de sus adicciones.
De hecho, Harry asegura que prefiere evitar hablar de Lady Di. «No quiero pensar en ella, porque si pienso en ella, me acuerdo de que no puedo traerla de vuelta y me voy a poner triste. ¿De qué sirve pensar en algo triste? ¿Cuál es el punto de pensar en alguien que has perdido y que nunca va a regresar? Y simplemente decidí no hablar de eso. Nadie hablaba de eso», ha dicho al respecto.
Toda una declaración de intenciones con la que públicamente corta lazos con todo lazo con la familia real y deja muy claro que prefiere centrarse en la familia que ha formado junto a Meghan Markle.