En la familia de Leonor siempre han tenido muy clara una cosa.
No querían que la princesa siguiera los pasos de sus primos Froilán y Victoria Federica. Letizia nunca entendió el comportamiento que tenían y mucho menos siendo miembros de una institución como la Corona.
A los hijos de Elena les apasiona la noche y nunca destacaron por sus expedientes académicos. De alguna manera, se puede decir que no son precisamente un ejemplo para nadie. Pero, además, desde muy jóvenes tuvieron un vicio que resultaba muy molesto para Letizia.
Leonor comprobó en el pasado como a sus primos les gustaba fumar, algo que detesta su madre, siempre contraria al tabaco. En 2018 trascendió una imagen de Victoria Federica acudiendo a clase a bordo de un patinete eléctrico y con un cigarrillo.
Lo más probable es que aquella fotografía no sentase nada bien en Zarzuela. Evidenciaba una adicción a la nicotina y todo ello con apenas 18 años. La nieta de los eméritos pasaba a formar parte de ese 25% de adolescentes que fumaba a diario.
Leonor sigue los pasos de su padre y Letizia está preocupada
Pero el tabaco no era el único asunto que preocupaba a los reyes. Veían como su sobrina tampoco obedecía a su madre y se escapaba alguna noche de su vivienda para irse de fiesta. Un comportamiento inadecuado para alguien de la familia real.
Había motivos de peso para apartarla de Leonor y de su hermana Sofía. Consideraban que podía ser una mala influencia para ellas.
La afición por fumar no era nueva en ese hogar. El otro hijo de Jaime de Marichalar también apareció fumando ese mismo verano en el festival marbellí de Starlite. A diferencia de Victoria Federica, no hubo testimonio gráfico del momento.
Sin embargo, Froilán sí que fue inmortalizado en una fiesta mientras disfrutaba de un puro. Fue en el verano de 2017, mientras celebraba su graduación en el Blue Ridge School. Era un elitista internado en el que finalizó sus estudios de bachillerato.
El primo de Leonor podría tener motivos para festejarlo. Y es que nunca fue un buen estudiante y conseguía graduarse en este centro privado. En cualquier caso, la imagen fue muy comentada por el aspecto que presentaba el joven.
Aparecía con la ropa empapada junto con otros dos compañeros. Habían llevado su celebración hasta la piscina.
Esta afición que tienen por el tabaco los hijos de Elena es algo que detesta Letizia. Siempre se ha mostrado contraria al humo. No tenía reparo en llamar la atención a algunos miembros de su familia cuando les veía cigarrillo en mano. Por ello trata que sus hijas, Leonor y Sofía, no copien la actitud de sus primos.
Su abuela Menchu Álvarez del Valle mantuvo el vicio también durante muchos años. En cualquier caso, sus intentos para que lo dejara no surtieron efecto.
Leonor tiene claro lo que no debe hacer
Leonor ha recibido una educación exquisita, basada en el respeto y los valores. En su día a día no tiene cabida ningún tipo de adicción. Más bien todo lo contrario, ya que Letizia le ha inculcado la necesidad de cuidarse y llevar una vida lo más sana posible.
Letizia entiende que el tabaquismo es una "enfermedad" y una "amenaza social y médica". Así lo aseguraba en la Conferencia Europea Tabaco y Salud que tuvo lugar en Oporto en 2017. Explicó que las pérdidas que se conseguía con este producto eran inferiores a las ganancias que podía aportar el sector.
En Zarzuela están muy comprometidos con este discurso. No obstante, hay que decir que la propia Letizia tuvo una cierta vinculación con esta adicción. Y no como fumadora.
La madre de Leonor trabajó un tiempo promocionando una marca de tabaco mientras finalizaba un máster en México, señala Vanity Fair. Podía tratarse de una manera de conseguir un dinero extra cuando era una simple estudiante.