No todo es felicidad para Cristina Pedroche y Dabiz Muñoz, y es que a pesar de que siguen igual o más enamorados que el primer día, algo que la presentadora recuerda como un auténtico flechazo, han debido hacer frente a situaciones bastante complicadas en el último año.
«La primera vez que vi a David me sonrió y dije: 'me quiero casar con este señor, me acabo de enamorar'», asegura que pensó la de Vallecas al ver a su actual marido. Ahora, cinco años después, queda claro que no se equivocaba.
Algo, que acompañado de varios éxitos profesionales, les permite llevar un envidiable estilo de vida y presumir de una lujosa casa en una de las zonas más exclusivas de la capital, en La Finca.
Sin embargo, el 2020, al igual que para muchos otros españoles, ha sido bastante duro y se ha cebado con la pareja. De esa forma, el Covid y otras circunstancias han provocado que sus vidas den un vuelco completo.
De repente, el negocio tan exitoso que había montado el chef, DiverXo, y que tantas alegrías le había dado, comenzaba a hacer aguas a pasos agigantados ante los atónitos ojos de Dabiz Muñoz y su mujer.
Primero llegaba el confinamiento a causa de la pandemia, lo que al igual que a otros muchos hosteleros, le llevó a cerrar su negocio y hacer frente a las perdidas que eso suponía. Algo, a lo que seguía un incendio de su restaurante en Madrid, lo que obligaba a desalojar a comensales y trabajadores.
«A los bomberos, sanitarios, Policía Municipal y Policía Nacional que nos asistieron a mi equipo y a mí. De verdad que no pudieron ser más cariñosos, amables y más empáticos. Sobre todo, ser tan empáticos con una situación en la que mi equipo y yo nos sentíamos asustados y sobrepasados por las circunstancias. Conviene recordar el maravilloso trabajo que hace toda esta gente, entre todos tenemos que apoyarlos y cuidarlos», se pronunciaba el chef después del mal rato.
Sin embargo, los disgustos para la pareja solo acaban de comenzar, ya que una vez pasado lo peor de la pandemia, y tras la reapertura, el positivo por coronavirus de uno de los miembros del equipo volvía a echar por tierra los planes del cocinero. «Está siendo complicado para toda la sociedad, para la cocina y todos los gremios. Esperemos que se acabe pronto», afirmaba al respecto tratando de sacarle el lado positivo a la situación.
«Te ves en casa y que se te están acumulando las deudas», ha recordado Pedroche acerca de esos complicados momentos.
Fueron las deudas las que les llevaron a renunciar a uno de sus proyectos más atrevidos, la apertura de StreetXo, su primer restaurante en Londres. Algo, con lo que planeaban expandir el negocio más allá de las fronteras españolas, y en el que habían invertido una cantidad millonaria.
Los problemas derivados de la pandemia, sumado a que la idea no terminó de convencer a los exquisitos paladares británicos, obligaba a Dabiz Muñoz a iniciar un proceso voluntario de insolvencia y liquidación.
De esa forma, el local cerraba sus puertas con la cuarentena el año pasado, y no ha vuelto a abrirlas. Al parecer, los gastos que suponía eran enormes, empezando por que tan solo el alquiler del local costaba unos 400.000 euros.
«Intentamos tapar las cosas porque es mejor tirar una cosita del barco a que el barco se hunda entero», ha explicado Pedroche respecto a las drásticas decisiones que se vieron obligados a tomar.
«Creo que tomamos una buenísima decisión y ahora tenemos nuevos proyectos como es el foodtruck. Nos están yendo muy bien las cosas, dentro de lo que se puede lógicamente», asegura la presentadora.
Sin embargo, no todo ha sido malo, sino que también ha habido sitio para grandes noticias como la renovación de las tres estrellas Michelin de su restaurante en Madrid. «Este año, más si cabe, es una maravilla que se esté celebrando la guía en Madrid. Me hace especial ilusión porque la primera vez que se hizo fue en Madrid hace muchos años», eran las palabras de Muñoz al recibir el afamado galardón.
«Se ha hecho lo máximo que se podía hacer para poder seguir desarrollando nuestro trabajo. Nos han dado la posibilidad de demostrar que los restaurantes son lugares seguros».