Aunque ha costado trabajo, en España ya se empiezan a ver los efectos del confinamiento de estas últimas cuatro semanas debido al coronavirus. Desde que se anunciase que la curva de contagios había comenzado a doblegarse, han sido muchos los que han especulado sobre una posible vuelta a la normalidad.
A pesar de que el estado de alama se ha fijado hasta el 26 de abril, lo cierto es que todo parece indicar que la vuelta a la normalidad no se producirá hasta dentro de unos meses. De hecho, Sánchez ya ha adelantado que dentro de quince días celebraría una nueva votación para intentar prolongar el estado de alarma, ya que «no habremos puesto fin a la pandemia».
Sin embargo, y a pesar que la vuelta a la normalidad aún sea muy lejana, lo cierto es que la portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, ya ha hablado de ir recuperando la vida normal «con instrucciones claras». Todo parece indicar que cada día nos acercamos más a la fase de desescalada, es decir, a la vuelta a la normalidad, aunque esta no se producirá hasta que no «tengamos controlada claramente la transmisión del virus».
Por el momento, y a corto plazo, Sánchez ya ha revelado que después de esta prórroga vendrían más días de confinamiento, aunque destaca que «no tendremos el mismo estado de alarma».
«El regreso a la normalidad habrá de ser progresivo, necesitaremos una adaptación y ni siquiera podemos conocer con precisión todavía qué tipo de normalidad será la que recuperemos, porque habrá muchos aspectos de nuestro sistema económico y social, incluso de nuestra forma de vivir, que deberán ser reformulados para ser más fuertes ante una emergencia como la que vivimos», sentenciaba Sánchez hace apenas unos días.
El próximo lunes, 13 de abril, está previsto que se retomen las actividades no esenciales, y el presidente del Gobierno ya ha adelantado que la desescalada está más cerca que nunca. «Una transición que tiene dos objetivos: seguir protegiendo a la ciudadanía no inmunizada contra el virus y encauzar el regreso progresivo hacia la reconstrucción del plano económico y social», sentenciaba.
Además, ha adelantado que la nueva normalidad incluirá «medidas de higiene, acciones sanitarias de asistencia a las personas infectadas de la Covid-19 y, en tercer lugar, iniciativas que necesariamente tienen que ver con el ámbito tecnológico para el seguimiento y control de la pandemia». Por otra parte, «los científicos que asesoran al Gobierno han establecido varios marcadores que fijarán el ritmo del retorno».
El control de los contagios y la recuperación de nuestro sistema de salud marcarán la vuelta a la normalidad y Sierra advierte de que «todo este procedimiento de transición es muy complejo. Nadie en el mundo tiene la solución, ni criterios específicos para llevarlo a cabo».