Los hermanos Trujillo notaron cambios en la fauna marina que les hizo estar alerta. Tras el estallido del volcán Cumbre Vieja, entendieron la situación y vieron como su predicción se cumplió.
Desde que el pasado domingo día 19 comenzara la actividad volcánica en La Palma, la situación se está complicando por momentos. El estallido está generando una gran destrucción y muchas personas han tenido que ser evacuadas de sus localidades.
El avance del magma ha acabado con varias localidades y amenaza a las que se encuentran en su trayectoria hacia el mar. El avance de la lengua de fuego se está ralentizando, lo que favorece que los lugareños puedan acudir a sus hogares a recoger sus últimas pertenencias.
Sin embargo, este descenso de la velocidad trae consigo otro riesgo mayor. Los expertos han asegurado que, al ir más despacio, la expansión del magma se produce a lo ancho poniendo en riesgo nuevas localidades.
Todos los medios nacionales están cubriendo cada una de las particularidades que envuelve a la catástrofe. Todos ellos emiten las últimas novedades sobre el suceso y cuentan con la colaboración de expertos para exponer los hechos de una forma más comprensible.
Sin lugar a duda, las informaciones que más conmoción levantan son los relatos e historias de los testigos directos. Además, las declaraciones de los afectados despierta un sentimiento de angustia para quienes las escuchan.
Entre todas las voces que se alzan para ofrecer su experiencia ha destacado la de los hermanos Trujillo. Estos son pescadores y fueron los únicos que comprendieron que algo iba a suceder.
Los hermanos Trujillo, su predicción sobre el volcán que se ha hecho realidad
El avance del material volcánico está poniendo en riesgo a muchas localidades que antes no lo estaban. Los vecinos de la zona aprovechan los últimos momentos para recoger sus bienes y pertenencias antes de ver como el magma los devora.
En su trayectoria al mar se encuentran varias infraestructuras que quedaran, con total seguridad, sepultadas por la lava. Las casetas de los pescadores están en grave peligro, pero sus dueños se resisten a abandonarlas.
Los hermanos Trujillo son pescadores desde hace mucho tiempo, de hecho, es una tradición profesional que heredaron de su padre. Estos están recogiendo todas sus pertenencias y limpiado la zona esperando a que no sea consumida.
Desde hacía un tiempo ambos había notado algo raro en el entorno que les hacía prever que algo raro iba a suceder. Tardaron mucho tiempo en comprenderlo hasta que , este domingo, entendieron a la perfección las señales que le daba la naturaleza.
Ambos han relatado que durante este último mes algo raro le pasaba a la fauna de la zona. Aseguran que los días previos al estallido del volcán los peces mostraban un comportamiento de lo más raro.
Aseguran que han visto muchas veces como estos actúan de una forma extraña, pero en esta ocasión era muy llamativo. Las alarmas les saltaron, ya que estos animales dejaron de comer, les echaban el cebo y no comían nada en absoluto.
Los hermanos han asegurado que desde entonces comenzaron a temerse lo peor y lo entendieron como una premonición ante lo que podía venir. Ahora ambos y su familia se encuentran angustiados, ya que con la llegada de la lava al mar puede destruir su modo de vida.
Esta situación ha puesto en relieve la importancia que tiene para los lugareños los recursos naturales. La mayoría se dedica a agricultura o la pesca, por lo que las consecuencias de la erupción ha acabado con modo de vida.
Todos los afectados lanzan el mismo mensaje de auxilio para que les ayuden a reconstruir todo lo que han perdido. Además, han visto como el volcán les ha dejado sin hogar y, en muchos casos, sin trabajo.