La Palma ha vuelto a temblar con un terremoto de 4,3 en el municipio de Villa de Mazo. El seísmo ha tenido lugar a 39 kilómetros de profundidad, según el Instituto Geográfico Nacional (IGN). Es el segundo temblor de esta magnitud en los últimos días.
El volcán sigue en plena actividad y el pasado viernes se registró el terremoto más intenso hasta la fecha, con un 4,3. Esta pasada noche, a las 22.46 horas, se ha registrado un nuevo temblor con la misma intensidad y en el mismo lugar, en el municipio de Villa de Mazo.
La sacudida se ha podido sentir en varios municipios de la isla, y los expertos le asignan un nivel cuatro de doce: “ampliamente observado”. Al temblor le han seguido otros 40 seísmos en los núcleos de Villa de Mazo y Fuencaliente. Solo uno de ellos se ha sentido, el que ha tenido lugar esta mañana a 13 kilómetros de profundidad.
Este último ha sido sentido en los Llanos de Aridane, Villa del Mazo, Santa Cruz de La Palma y El Paso. El resto han sido terremotos de intensidad entre 3,1 y 3,3 a profundidades medias o altas, sin mayores consecuencias. No se descartan nuevos temblores, mientras el volcán sigue escupiendo fuego.
Tres semanas en erupción, y siguiendo
El volcán Cumbre Vieja de la isla canaria de La Palma lleva ya tres semanas en erupción, y la lava cubre una superficie de más de 525 hectáreas. Las autoridades están muy atentas a la nueva colada, ya que podría destruir nuevas zonas. Esto y el cambio de viento es lo que más preocupa ahora mismo.
El Departamento de Seguridad Nacional confirma que los centros de emisión del cráter siguen activos. El cambio de viento podría obligar a cerrar de nuevo el aeropuerto insular. Ayer se produjeron nuevos derrumbes del cono, aunque no se espera que las nuevas coladas cambien la trayectoria.
Al norte ha aparecido una nueva colada que continúa su descenso hacia Todoque, una de las zonas que no había sido afectada. Ahora mismo hay dos lenguas en la colada norte: la del sur, que se ha unido a la colada anterior, y la del norte, en el polígono industrial de los Llanos de Aridane.
Parte de última hora en La Palma
El principal temor ahora es que esta nueva colada al norte varíe su recorrido y arrase las zonas que habían quedado a salvo. Allí, los vecinos han pasado la noche en vilo ante la incertidumbre del recorrido de la colada. Además, el lugar se ha llenado de ruidos y explosiones.
A fecha de hoy, 1.281 edificaciones se han visto afectadas por la erupción del volcán. Unas 132 hectáreas han sufrido daños, y la columna de cenizas ha alcanzado una altura de 3.500 metros. La buena noticia es que las condiciones meteorológicas han mejorado en las últimas horas.
Pero el viento podría cambiar a lo largo de hoy y desplazar las cenizas hacia la zona de vuelos, obligando a cerrar el aeropuerto. Por su lado, la emisión de dióxido de azufre sigue siendo alta. El delta de lava en el mar sigue avanzando y ampliando la extensión de la isla.
Un nuevo paisaje en la isla
Las coladas avanzan dejando pequeñas zonas intactas que parecen flotar sobre el rastro de la lava. Estos islotes se llaman, en términos científicos, ‘kipuka’, que en hawaiano significa ‘cambio de forma’. Se trata de islas de biodiversidad con gran interés para la biología.
La principal preocupación está ahora en la zona de La Laguna, donde los ríos de lava ya han afectado a plataneras, el polígono industrial y las casas. La lava se mueve a 700 metros por hora en algunos puntos. Para las próximas horas no se descartan nuevas explosiones.
El volcán se está volviendo más agresivo y en las últimas horas ha expulsado rocas del tamaño de una casa. Los expertos reconocen que se está volviendo impredecible en sus últimos cambios. Están a la expectativa de lo que pueda suceder a partir de ahora.