Víctor, el joven de 20 muerto por culpa de un conductor kamikaze en Madrid

Víctor, asesinado con 20 años por un kamikaze: 'Apretó el acelerador y se puso a 146'

El conductor que acabó con la vida de Víctor triplicaba la tasa de alcohol permitida y circulaba sin respeto por la seguridad vial. El kamikaze apretó el acelerador antes de la colisión

Llega el primer aniversario del asesinato de Víctor López. El joven de 20 años falleció mientras circulaba con vehículo por una carretera madrileña. Un kamikaze de 24 años le embistió con su coche. 

Kevin Cui (24), el asesino del madrileño, triplicaba la tasa de alcohol permitida cuando ocurrió el suceso. En primera instancia, el homicida se negó a declarar. El juez del caso le puso en libertad con un delito de imprudencia. 

La declaración de una familia testigo de los hechos ha cambiado el destino del kamikaze. Según han confesado, Kevin se detuvo en el arcén tras lo ocurrido, pero se dio la vuelta y continuó su camino. 

Tras escuchar a estas dos mujeres y con los informes policiales en la mano, un juez de la Comunidad de Madrid ha ordenado prisión preventiva para el asesino de Víctor. Para la justicia sí ha existido una intención de hacer daño por parte del joven de 24 años. 

La Audiencia Provincial de Madrid ha imputado al acusado 3 delitos: homicidio doloso, triplicar la tasa de alcohol permitida y conducción temeraria. 

El procesado se enfrenta a una pena de cárcel de 15 años exigida por la Fiscalía y la acusación particular de la familia. 

El abogado del asesino de Víctor López insiste en que la pena de prisión no puede superar los 4 años. El letrado asegura que fue una imprudencia, mientras para la familia del fallecido ha sido un asesinato. 

El conductor homicida circulaba a 146 km/h en sentido contrario

Según han informado, el asesino de Víctor condujo durante 2 kilómetros en sentido contrario por la M-50. Allí se encontró con Víctor que circulaba en su vehículo de camino al trabajo. 

El suceso ocurrió hacia las 6:00 horas de la madrugada. El joven de 20 años había sido contratado hacía dos días en el Carrefour de San Fernando de Henares. Su nuevo empleo como carnicero le ayudaría a pagar su grado superior en animación socio-deportiva. 

Kevin Cui, borracho y superando la velocidad permitida, colisionó frontalmente contra el joven. Víctor perdió la vida en el momento. 

Los tres guardias civiles que declararon en calidad de peritos, aseguraron en el juicio que Kevin alcanzaba los 146 km/h en el momento del choque contra su víctima. 

Sin embargo, unos segundos antes de la colisión había realizado un "suave frenado". Aunque rápidamente volvió a pisar el acelerador ganando el 22% más de velocidad. 

Además, los agentes han afirmado que el procesado circulaba en dirección contraria a gran velocidad. Por otro lado, los dispositivos del vehículo del acusado tienen signos de que "tenía modificaciones en la centralita del motor", explicaron los peritos. 

No obstante, los agentes han puesto de manifiesto ante el jurado que esta afirmación no se ha podido demostrar. La "caja negra" del "airbag" del coche del asesino no arrojaba datos significativos.

El conductor kamikaze estaba consciente

El equipo sanitario que atendió al procesado en el hospital señalaron que cuando llegó a la clínica le sometieron al test de Glasgow. El resultado de la prueba fue un 15 sobre 15, es decir, la máxima puntuación. Lo que refleja que Kevin estaba "consciente". 

Los médicos forenses que examinaron el cuerpo del fallecido, constataron que el chico murió en el acto tras la colisión de los vehículos. En palabras de los expertos, "las lesiones" que presentaba Víctor eran "incompatibles con la vida". 

Un año después del trágico accidente que acabó con la vida de Víctor, el presunto asesino ha entrado en prisión. La familia de la víctima recuerda a la justicia que se trata de un crimen y no de una imprudencia.