Aunque no sufrieron el confinamiento derivado de la pandemia del covid-19 como los seres humanos, en los últimos días varios veterinarios han confirmado que la fase 1 de la desescalada está afectando a algunos perros. Esto es debido a los excesos a los que los someten sus dueños, para compensar los dos meses de escasa actividad.
«Esta semana, con la fase 1 de la desescalada, nos vinieron perros con problemas en las almohadillas, agujetas y dolores musculares, por caminar dos horas y no estaban acostumbrados», relató a ‘La Voz de Galicia‘ Fran Villadóniga, propietario de la clínica veterinaria Canido. El veterinario cuenta que algunos dueños se van a caminar o a hacer ejercicio y se llevan a la mascota, sin darse cuenta que llevan dos meses saliendo lo juso
José Luis Guerrero, de la clínica Cristina, de Narón (Galicia), afirma haber tratado a varios perros con lumbalgias y dolor de espalda. «Ya antes de poder salir a correr, hubo gente que intentó que las mascotas se desfogasen, para que después estuviesen tranquilos en casa, y les hacían correr y hacer mucho ejercicio en poco tiempo», asegura.
«Están saliendo más de lo normal y no tienen las almohadillas preparadas para eso»
Francisco Javier Breijo Devesa, de la clínica Cantón, señala que estos días están llevando a su consulta mascotas con heridas en las almohadillas, «porque están saliendo a la calle más de lo habitual y no las tienen preparadas para eso». Además, también está viendo muchos canes con diarreas graves, provocadas por un abuso de productos desinfectantes.
Por otro lado, en los gatos algunos veterinarios también han notado cambios en el carácter por exceso de compañía, ya que suelen estar solos de forma rutinaria. «Son más independientes y tener a los dueños en casa los vuelve más raros», señalan en la clínica Ana Illade.
José Luis Guerrero también se refiere a algún felino que vio «invadido» su territorio por el confinamiento, algo en lo que está de acuerdo Francisco Javier Breijo, apuntando que algunos gatos incluso han perdido gran cantidad de pelo a causa del estrés que les provoca tener compañía humana las 24 horas del día.