La peseta fue la moneda legal española desde octubre de 1868 hasta la aprobación del euro, que empezó a circular en enero 2002. Hasta el pasado 30 de junio, el Banco de España canjeó las pesetas por euros, pero se estima que alrededor de un 45% no se han cambiado. Esto supone alrededor de 1575 millones de euros.
La revalorización de la peseta
Lo cierto es que a día de hoy la peseta sigue teniendo cierto valor económico. De hecho, se puede llegar a pagar hasta 20 000 euros por alguna de estas monedas. Si tienen alguna peculiaridad o son de edición limitada es seguro que quien la tenga recibirá una suculenta cantidad económica.
Coleccionar monedas es un arte que atrae a muchos curiosos. Estos están dispuestos a pagar mucho dinero con tal de conseguir la peseta que tanto tiempo han estado buscando.
Existen tiendas especializadas donde organizan subastas cada cierto tiempo con los ejemplares más difíciles de conseguir. Aquí suelen contar con un servicio de tasación gratuito que ayuda a comprobar el valor real de las monedas. Si todavía tienes alguna peseta puedes acudir hasta allí.
Las monedas que valen menos
En 1987, las conocidas pesetas rubias fueron sustituidas por piezas de aluminio. Eran más baratas de producir. La peseta más revalorizada es la E-87, acuñada por la III Exposición Nacional de Numismática, y los coleccionistas suelen pagar hasta 45 euros por ella.
Las cien pesetas, conocidas también como 20 duros, también valen lo suyo. Con unas flores de lis bordeando la moneda, están valoradas en 55 euros.
Las 50 pesetas pueden llegar a valer más de 60 euros. Se caracterizan por su gran tamaño y se utilizaban antes de que se estableciera el nuevo sistema monetario en 1990. Las acuñadas en 1984 son limitadas porque se fabricaron 17 millones de piezas y su precio puede alcanzar hasta los 70 euros.
Las 25 pesetas con agujero en medio se dedicaban anualmente a una Comunidad Autónoma. Los coleccionistas están dispuestos a pagar por los cinco duros antiguos alrededor de 100 euros.
En el caso de las 100 pesetas, estas monedas tienen una característica que las hace diferentes. Existe una variante que tiene el palo del 9 recto.
Su precio en el mercado del coleccionismo ronda los 400 euros. Las acuñadas en 1969 tienen un precio inferior, pero pueden alcanzar fácilmente los 145 euros.
Piezas únicas y muy valoradas
Una de las pesetas más cotizadas es aquella que se fabricó para el Mundial del 82. No obstante, en algunas de ellas figura el año 1975 por error. Su precio en el mundo del coleccionismo está entre los 350 y 400 euros.
Los 50 céntimos de peseta también pueden ayudar a tapar algún agujero. Se fabricaron 5000 de ellas con motivo de la II Exposición de Numismática y tienen un valor de 500 euros.
Las primeras monedas con la imagen de Franco, diseñadas por Mariano Benlliure, también son muy apreciadas en el mundo del coleccionismo. Según su estado de conservación pueden valer hasta 1400 euros.
Las pesetas de 2,5 son muy difíciles de encontrar. Formaron parte del monetario franquista, pero los ciudadanos españoles no lograron acostumbrarse a ella. Los coleccionistas están dispuestos a pagar alrededor de 1700 euros por ellas.
Las 5 pesetas se acuñaron hasta 1952. El encarecimiento del níquel hizo que dejaran de fabricarse. Estas monedas pueden costar entre 12 000 y 20 000 euros.
Finalmente, si entre tus recuerdos no figura ninguna de estas monedas, pero quieres sacar algo de dinero con ellas tienes otra opción. Llevar las pesetas al chatarrero puede darte un dinero extra, aunque necesitarías 334 monedas de 5 pesetas para conseguir un kilo. Su precio sería de poco más de 3 euros.
Si esta opción no te convence, siempre puedes guardarlas como recuerdo del pasado y enseñárselas a las futuras generaciones.