La evolución de la pandemia de COVID-19 tanto en España como en el resto del mundo es bastante favorable. A pesar de todo, el virus sigue mutando y dando lugar a nuevas variantes.
Tan solo unas semanas después de que la Organización Mundial de Salud (OMS) avisara sobre una nueva subvariante de Ómicron en circulación, el Ministerio de Sanidad ha anunciado que ya se han detectado los primeros casos en nuestro país. Se trata de una de las variantes más transmisibles que se han descubierto hasta ahora.
Los síntomas de la variante XE
Según los datos analizados por la Agencia de Seguridad Sanitaria de Reino Unido, esta nueva variante no produciría unos síntomas muy distintos a los de la variante original de Ómicron.
Puede causar fiebre, dolor de garganta o de cabeza, dolores musculares, fatiga, tos y mocos, entre los síntomas más comunes. Si nos encontramos delante de un caso de más gravedad, pueden aparecer otros síntomas menos frecuentes, como lumbalgia, náuseas y sudores nocturnos. Unos síntomas asociados, pero muy infrecuentes, son la caída del pelo o conjuntivitis.
Una sintomatología que dura, normalmente, entre dos y cinco días. En cuanto a su período de incubación, la OMS lo sitúa en tres días. Un período que coincide con todas las variantes anteriores de Ómicron. Los expertos creen que podría haberse consolidado en tres días el período de incubación. En cambio, con la variante Delta transcurrían cinco días antes de que se desarrollara la enfermedad.
Además, las vacunas y la inmunidad establecida hasta el momento serían de gran eficacia para protegerse del virus, y en concreto, de esta nueva variante. Aunque declaran que deberán seguir estudiando esta nueva variante para saber a ciencia exacta cómo afecta a la población general.
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No es motivo de alarma, por ahora
Esta nueva variante recibe el nombre de 'recombinante' por ser una mezcla entre dos linajes de Ómicron: el BA.1, la variante original, y el BA.2, la conocida como 'sigilosa'. Esta última ya se caracterizaba por ser más contagiosa que su predecesora.
Y XE lo es aún más: la OMS ha confirmado que es un 10% más infecciosa. Expertos de la Agencia de la Seguridad Sanitaria del Reino Unido (UKHSA) sostienen que su tasa de crecimiento es ligeramente superior a la 'variante sigilosa'.
No obstante, el Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), en su nueva actualización de la situación epidemiológica en cuanto a las variantes de COVID-19, ha calculado que el porcentaje de personas infectadas con esta variante se sitúan alrededor del 2%.
El informe también indica que Ómicron supone, actualmente, el 99'3% de las muestras secuenciadas aleatoriamente en la última semana. Sin embargo, los expertos, por ahora, no ven indicios que la situación epidemiológica sea alarmante. La mutación, según la agencia británica, se encuentra dentro de los parámetros normales.