Imagen de archivo de una playa

Desvelado: Así serán las vacaciones de verano para las familias de España

Con la desescalada en marcha, muchas familias ya piensan en las vacaciones

Con la desescalada dando sus primeros pasos, los españoles comienzan a pensar en las vacaciones de verano. Después de que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunciara en la comparecencia del pasado martes 28 de abril, las fases que comprenden la vuelta a la «nueva normalidad», la pregunta de si podremos irnos de vacaciones fue de las primeras en salir a la luz.

Todavía es pronto para saber con certeza qué ocurrirá en los meses de julio y agosto, ya que se ha de tener en cuenta que se trata de un proceso lento sujeto a los datos que cada fase aporte sobre la evolución de la pandemia. «Ojalá» fue la expresión que Sánchez dijo al respecto.

La crisis sanitaria ha puesto en cuarentena los planes de las familias que ahora se han visto sometidas al estrés y la incertidumbre mientras piensan en cómo conciliar la vida familiar con el trabajo, en el caso de que no haya campamentos o colonias de verano. Por ello la importancia de las vacaciones, tan beneficiosas para aliviar la carga.

«Disminuyen el estrés porque se genera una desconexión de la presión laboral. También mejoran el estado de ánimo a nivel general porque se retoman relaciones sociales y generan beneficios en el sueño» señala la psicóloga sanitaria en Center Psicología, Rosa María Portero Ruiz.

Sin embargo, debemos tener presente que quizás no podamos disfrutar de las vacaciones, ya  que el distanciamiento social puede que se extienda hasta 2022, tal y como apunta un estudio de Harvard y que se ve refundado por el epidemiólogo, Antoni Trilla, quien considera que «aún estamos lejos de volver a las piscinas y las playas».

Las playas ya no serán lo que eran

Pero puede que no esté todo perdido pues hay quien también se ha mostrado más optimista señalando que podremos ir a la playa pero con medidas que deberemos aceptar: «Podremos ir a la playa, pero dependerá de a cuales. Quizá por turnos y que no esté llena y toallas una al lado de la otra. Todo dependerá de los posibles rebrotes y de la conciencia ciudadana» explica Bonaventura Clotet, jefe de Enfermedades Infecciosas del Hospital Germans Trias i Pujol.

Lo que está claro es que este verano será muy diferente a todos los demás. El verano es movimiento, gente de un lado para otro, reuniones con amigos y familia y este año todo estará marcado por las medidas de seguridad. «Este año va a ser todo menos excesivo, más contenido, con movimientos más controlados y con una mayor autoconciencia de cumplir el orden y las normas que garanticen nuestra seguridad» opina Rubén J. Pérez Redondo, profesor de Sociología del Turismo y del Ocio de la Universidad Rey Juan Carlos.

Todavía nos queda un largo camino al que deberemos acostumbrarnos y comenzar a pensar que no todo es playa y que lo más importante es hacer un esfuerzo por conseguir que la situación mejore para que podamos volver a la normalidad.

Tenemos que tener en cuenta que se trata de una situación temporal  y esa idea hay que trasladarla a los más pequeños para que entiendan que si este año no es posible disfrutar de la playa o la piscina será por un bien común que tendrá su recompensa.

La alternativa para disfrutar de unas vacaciones

El hecho de que en las playas se tenga que controlar el número de personas perdiendo gran parte de la libertad que otorga, puede provocar que  muchas familias decidan cambiar su destino veraniego. Por ello los pueblos ofrecen la alternativa perfecta.

«Ir al pueblo creo que va a ser una alternativa potente este verano» opina el profesor Pérez Redondo. El turismo rural supondrá una buena idea que, además de incentivar la economía española, nos da una sensación de seguridad.

«Primero porque está en  zonas no masificadas, en entornos naturales que solemos asociar a bienestar y salud, y segundo porque de alguna manera mantenemos un semi-confinamiento, ya que aunque podemos disfrutar de los recursos que nos ofrece el lugar, podemos resguardarnos en estos alojamientos con los nuestros, sin tener demasiado contacto con los demás» explica el profesor de la URJC.

Por fortuna vivimos en un país que ofrece multitud de alternativas al turismo de sol y playa y esta es la oportunidad de conocer rincones nuevos donde disfrutar de la tranquilidad y de una gastronomía diferente.