Un triángulo amoroso ha acabado con un joven de 34 años muerto y calcinado en un coche en Cartagena (Murcia). La víctima es Juanmi, un hombre divorciado y con una hija. La policía ha detenido como presuntos autores del crimen a su ex, Natalia, y a su novio Agustín, de 18 y 20 años.
La macabra historia de este crimen empieza cuando Juan Miguel, un trabajador del campo divorciado, se enamoró de Natalia. Ella era una estudiante de instituto menor de edad. Se conocieron en una fiesta y empezaron una relación que duró cuatro años.
“La relación empezó a ser tóxica”, cuenta el hermano de la víctima, Adán, al periódico El Español. La madrugada del lunes, un agricultor de la zona se vio sorprendido por un incendio cerca de su casa. Al apagar las llamas se dieron cuanta de que había un coche con un cadáver adentro.
Se trata del Hyundai Tucson de Juanmi, cuyo cuerpo calcinado yacía en el asiento trasero del coche. Estaba en el Paraje de los Marines, en Cartagena. No muy lejos de allí está La Puebla, la pequeña localidad rodeada de fincas agrícolas donde vivía la víctima.
La policía detuvo como principales sospechosos a su expareja Natalia, de 18 años, y al novio de esta, Agustín. Este joven tiene 20 años y cuenta con antecedentes penales. La investigación sigue en marcha y se encuentra bajo secreto de sumario.
La familia del fallecido lo tiene claro: “Mi hermano era una buena persona, trabajadora y humilde, no tenía problemas con nadie ni se había peleado nunca. Esto ha ocurrido por celos y por un tema pasional”. La clave está en el triángulo amoroso que formaban Juan Miguel, Natalia y Agustín.
Un triángulo amoroso con final trágico
“Mi hermano quería dejarla y ella le amenazaba que le iba a pegar fuego a su coche o a la casa de nuestra madre como ella dentro”, cuenta su hermano. Según su versión, el joven vivía con miedo ya que ella lo acosaba y le obligaba a estar con ella. “La relación se volvió tóxica por los celos y las discusiones”, aclara.
Pero Juanmi se armó de valor y decidió romper con su novia. Ella empezó a salir con Agustín, un chico conflictivo de la zona, pero su intención era volver con su ex. Juanmi y Natalia se seguían viendo puntualmente, formando un triángulo que resultaría mortal.
A sus 20 años, Agustín tenía un expediente policial lleno de peleas y robos. Su relación con Natalia era conocida, pero en el pueblo se empezó a cuchichear sobre los encuentros entre la chica y su ex. Esto habría desatado el crimen pasional que acabó con la vida de Juanmi.
El hombre estaba divorciado y trabajaba conduciendo un tractor en una empresa de El Algar. Tenía una hija de 10 años para la que trabajaba de sol a sol y se desvivía. Según su hermano, intentaba evitar encontrarse con Agustín porque no quería peleas.
Juanmi vivía con su madre y su hermana pequeña Jéssica en una casa de La Puebla. Ella fue precisamente la última que escuchó los gritos de auxilio de la víctima. “¡Jéssica, Jéssica! Que me están dando una paliza, que me van a matar”, es lo último que le dijo.
'¡Jéssica, que me van a matar!'
El domingo, Juanmi se fue con un amigo al bar La Perla donde estuvieron tomando unas copas. Entonces empezó a recibir llamadas desde un número oculto con amenazas de muerte. “Le decían que le iban a pegar fuego”, cuenta su hermano Adán.
Asustado, el joven volvió a su casa y sentó un bocadillo con la intención de acostarse. Fue entonces cuando apareció Natalia con su bicicleta. Según la versión del hermano, los dos se fueron con el coche a unos terrenos que la familia tiene alquilados para guardar los animales.
Poco después llegó a su casa Agustín, que buscaba a Natalia y a Juanmi. “Te está buscando Agustín”, le dijo Jéssica a su hermano por WhatsApp intentando evitar una tragedia. “Voy enseguida”, respondió él, pero poco después llamó pidiendo ayuda.
Tras la llamada de auxilio se escucharon unos golpes y se cortó la conexión. La familia, preocupada, le estuvo buscando durante horas. Pero ya era demasiado tarde, y apareció calcinado dentro del todoterreno tras un fuego que se había declarado poco antes.
Una hipótesis inicial
La investigación policial llevó rápidamente hasta Natalia y Agustín. La pareja había emprendido una huida hacia Los Alcázares, una localidad costera donde pretendían esconderse. Pero poco después fueron arrestados por un delito de homicidio.
La principal hipótesis es que le pegaron una paliza y la cosa se les fue de las manos. Lo habrían matado y habrían quemado el coche para deshacerse del cuerpo. Pero hay una investigación en marcha y de momento poco más se sabe.
La autopsia revelará, por ejemplo, si Juanmi murió antes o después de ser quemado. La investigación tendrá que dilucidar también el grado de participación de Natalia y Agustín en el crimen, y si hubo más gente implicada. Por ahora el caso ha dejado un muerto, una niña huérfana y una familia destrozada.