Tres años son los que se cumplen ya de uno de los asesinatos que mayor conmoción causó en España por su dureza y crueldad. El asesinato de Leticia Rosino Andrés, un crimen que conmovió a toda España
Echando la vista atrás a este terrible suceso, los hechos se remontan hace tres años cuando la joven Leticia de 32 años, y natural del municipio zamorano de Tábara, salió a la calle a pasear aquella tarde del 3 de mayo de 2018 por los aledaños de Castrogonzalo. En esa localidad vivía con su novio y durante un paseo que parecía trascurrir con total normalidad, fue asaltada por un vecino de apenas 16 años, que la violó y terminó asesinándola a sangre fría.
El país quedó totalmente perplejo ante la dureza de los hechos y el escaso respaldo a los familiares y así como la endeble pena que le cayó al propio asesino.
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Una tragedia que abrió paso al debate sobre la Ley del Menor, y que tiempo después del cruel asesinato a la joven, un grupo de ciudadanos volcados en la causa, crearon la Fundación Leticia Rosino. Una fundación que en estos días y aprovechando el cumplimiento del tercer aniversario de una de las peores noticias jamás contadas, en asesinato a Leticia, la organización ha decidido volver a reivindicar el endurecimiento de las penas de los menores que cometen crímenes graves y el endurecimiento de la Ley de Violencia de Género para «adecuar la sentencia con el daño ocasionado a la víctima, y que no se justifique el que sean menores de edad».
Lo cruda realidad es que el autor del crimen de Leticia Rosino tan solo fue condenado a ocho años de reclusión, los dos primeros años los pasó en un centro de internamiento de menores situado en Valladolid, y al cumplir los 18 años y alcanzar la mayoría de edad, fue trasladado a la prisión de Topas, aunque por poco tiempo, puesto que saldrá antes de cumplir los 24 años.
El asesino de la joven
Andrés, el asesino de la zamorana Leticia Rosino se encuentra interno en la macroprisión de Topas para completar la condena a 8 años de prisión impuesta por el Juzgado de Menores de Zamora en el pasado mes de diciembre de 2018. Actualmente, el asesino confeso ya ha cumplido dos años en el centro especial de Zambrana en donde fue trasladado de primeras al no haber cumplido la mayoría de edad cuando cometió el crimen contra la joven Leticia sucedido el 3 de mayo de 2018 en Castrogonzalo.
Así mismo y tras conocerse la noticia de la entrada en prisión de la familia, cabe destacar que este núcleo y a través de su abogado Miguel Ángel Martín Anero, mostró su «satisfacción por el ingreso en prisión del asesino, por lo que se luchó desde el principio”, una «buena noticia» para el entorno de la joven tabaresa.
Por último, el pasado septiembre, el equipo de tratamiento de Topas evaluaba al joven de 18 años y asesino del crimen, con el fin de evaluar si este debía incorporarse a un módulo acompañado por un preso de confianza durante un tiempo determinado para garantizar su integridad física y evitar así un posible suicidio, o si, por el contrario, no precisa de ese seguimiento constante.
El equipo encargado de evaluar todos los detalles, lo formaban profesionales del campo de la psicología, educadores y juristas que elaboran un informe para detallar el estado actual a nivel psicológico del recluso, entre otros parámetros, momentos previos a la decisión del grado al que debe incorporarse y, por consiguiente, el módulo al que debe ingresar. El asesino, con iniciales D.A.A. tiene un gran expediente conflictivo en el centro especial para menores de Zambrana de la localidad en donde no ha dejado de mostrar otras problemáticas con el resto de internos.