Unos días más son los que el buque Ángeles Alvariño va a continuar buscando el cuerpo de Tomás Gimeno y de su hija pequeña, Anna. Es la manera de poder 'cerrar el círculo' de este caso en el que aquel ha acabado con la vida de sus niñas. Por el momento, a la única que se ha encontrado es a Olivia, que estaba a 1.000 metros de profundidad.
Los investigadores siguen intentando recabar el mayor número de datos posible sobre lo sucedido. Y lo están haciendo a través de claves de todo tipo que han ido encontrando. Y entre esas se hallan varias pistas que el tinerfeño dejó y que podían indicar que había urdido un macabro plan.
Lamentablemente, nadie del círculo personal de este padre se dio cuenta de lo que quería transmitir con aquellas. Nadie supo ver a tiempo que iba a acometer una verdadera atrocidad. Y todo para causarle el mayor dolor posible a la madre de las menores, Beatriz Zimmerman.
La primera pista del padre de Anna y Olivia
En los últimos días se han ido dando a conocer más datos acerca de cómo actuó Tomás Gimeno. Sí, de cómo organizó todo para acabar con la vida de las menores y luego hacerlas desaparecer.
De esta manera, se ha sabido que, por ejemplo, le dejó un paquete a su actual pareja, que es directora de un centro educativo al que acudía Olivia. En concreto, se lo entregó por la tarde, a las 17 horas, cuando fue a recoger a la pequeña. Es más, le indicó que no podía abrirlo hasta las 23 horas.
Sin embargo, ella no hizo caso a su novio. Optó por descubrir lo que había en ese paquete sobre las 17:20 horas. Contenía una cantidad de dinero, 6.200 euros, y una carta de despedida.
Ahora, conociendo lo que sabemos, tenemos claro que podía ser una pista de lo que iba a hacer. No obstante, como ha dictado en un auto la jueza que lleva el caso, la pareja de él no pudo imaginar nada.
En la misiva el tinerfeño no hablaba de sus hijas. Por eso, su novia entendió simplemente que era una ruptura y no pensó que aquel podía cometer una atrocidad de esta envergadura.
Segunda pista que dejó el tinerfeño
De igual modo, hay otra situación que ahora se percibe como una clara pista dejada por Tomás Gimeno. Esta podía dejar caer que iba a hacer algo trágico e inesperado.
En concreto, nos estamos refiriendo a la manera en la que se despidió de su familia. Al parecer, el joven estuvo un rato en la casa de sus progenitores, situada en el centro de Santa Cruz de Tenerife. Cuando decidió que había llegado el momento de irse, se acercó a su padre y no dudó en darle un sentido abrazo.
Ese hombre quedó absolutamente extrañado del gesto de su hijo. Y es que nunca le demostraba su cariño de esa manera. De ahí que se lo dio a conocer a la Guardia Civil cuando su vástago fue puesto en busca y captura.
No obstante, bajo ningún concepto a su progenitor le pasó por la cabeza pensar que eso era un rastro del plan de aquel. Jamás pensó que era un indicativo de la locura que cometió.
Última hora sobre el caso de Anna y Olivia
En estos momentos, hemos conocido que la investigación sigue abierta y que durante unos días se va a seguir buscando a Tomás y a Anna. El buque Ángeles Alvariño iba a dejar de trabajar en esa labor, pero finalmente dedicará más días a la misma. Lo hará, entre otras cosas, a petición de la familia de las menores.
Del mismo modo, 'Espejo Público' acaba de informar de que los investigadores barajan otras opciones para dar con los mencionados cuerpos. En concreto, contar con el respaldo de empresas que cuenten con tecnología puntera adecuada para alcanzar ese fin.