Casi dos meses después de la desaparición de las pequeñas, continúa la búsqueda de Anna. Desaparecida desde el pasado 27 de abril junto a su hermana Olivia. La desaparición ha causado un gran revuelo en todo el mapa nacional e internacional.
La mayor de las dos, Olivia, fue encontrada el pasado jueves en el fondo del mar. Las pequeñas de 6 y 1 año, desaparecieron a manos de su padre Tomás Gimeno, secuestrador y presunto asesino.
Ahora, encontrarles es clave dentro de toda la investigación. A partir de este objetivo y según el criminólogo Félix Ríos: «hay una prioridad moral por encontrar a Anna, pero la prioridad procesal ahora mismo es encontrar a Tomás Gimeno».
Una de las cosas más importantes en estos momentos es dar con el paradero del padre y el presunto asesino de las niñas. Por su parte, tal y como ha explicado el profesional en 'Cuatro al día', de no hallar el cuerpo, «va a quedar siempre abierta la posibilidad de una probable fuga».
En este sentido y sin cerrar la investigación ni cesar los rastreos, se mantiene su orden internacional de búsqueda. Continúa tras el auto de la jueza que lleva el caso por dos delitos agravados de homicidio y uno contra la integridad moral en el ámbito de la violencia de género.
La «hipótesis fáctica más probable respecto a Anna»
Tras hallar el cuerpo sin vida de la pequeña Olivia y con el relato de los hechos, en el auto, la magistrada lamentó que «la hipótesis fáctica más probable respecto a Anna es, desgraciadamente, la misma" que la de su hermana mayor, Olivia.
Los resultados biológicos y toxicológicos de la autopsia revelan que la de 6 años presenta un edema pulmonar producido por asfixia o ahogamiento.
Sin cesar ni un minuto y tras el fatal desenlace, el buque oceanográfico Ángeles Alvariño continúa en el puerto de Santa Cruz de Tenerife. La embarcación localizó el cuerpo de la pequeña Olivia el jueves. Este mismo, el sábado sufrió una avería que obligó a parar el rastreo en la zona tras trece días consecutivos.
Lo cierto es que, en ese momento, se situaba realizando rastreos en una zona cercana al Puerto Deportivo. Allí el progenitor tenía aparcada su lancha, la cual fue encontrada vacía por los agentes y a la deriva. Esto se produjo un día después de la fatídica desaparición junto a sus dos niñas.
Actualmente, se está a la espera de que se solucionen los problemas del buque. Tan pronto queden resueltos, el barco del Instituto Español de Oceanografía (IEO) continuará con las labores de rastreo. Unas tereas decisivas para dar con el paradero de Anna y su padre.
La embarcación cuenta con un radar de barrido lateral y un robot submarino.
El secuestro
A partir de aquí, la juez detalla que el progenitor mató a sus hijas de 1 y 6 años en su casa. Los hechos se desarrollaron de manera planificada y premeditada. El objetivo no sería otro que el causarle el máximo dolor a su expareja.
Todo apuntaría a que Tomás Gimeno acabó con la vida de sus hijas en la tarde noche del 27 de abril.
En el momento de los hechos, envolvió sus cuerpos en toallas, los metió en bolsas de basura y los introdujo en dos petates deportivos. Después, y sin que estos lo supieran, paró en casa de sus padres a dejar a su perro. Ya en el puerto, las cámaras de seguridad captaron cómo las trasportaba en esas bolsas hasta su embarcación.
Dentro de la lacha, se dirigió a más de tres millas náuticas y terminó lanzándolas al fondo del mar, encadenadas a un ancla.