A partir de este miércoles 20 de mayo ya no se podrá encontrar tabaco mentolado en los estancos del país. Y es que la Comisión Europea aprobó, en el año 2016, acabar con el tabaco de sabores y aromas.
Según la Mesa de Tabaco, una entidad de la que forman parte cultivadores, marcas y estancos, el tabaco mentolado supone un 3% de las ventas en España. La excepción es Canarias, que llega a consumir un 10% de este tabaco de sabor.
La prohibición, efectuada en el 2016, tiene una explicación muy clara: el tabaco de sabores podía ser un atrayente para la gente joven. No obstante, esta prohibición no repercute en el tabaco de sabores que se usa para las conocidas ‘cachimbas’ (pipas de agua), así como tampoco afecta al tabaco calentado (imitan a los cigarrillos convencionales pero contienen tabaco que se calienta) ni a los cigarrillos electrónicos.
Llegó a España en los años 60
Miguel Luengo, directivo durante casi 30 años en empresas del sector, explicó para el medio ‘Efe’ que este tabaco nació en los años 20 en Estados Unidos y a España no llegó hasta los años 60, pero solo se podía vender como un artículo bajo licencia o importado, algo que encarecía el producto.
«En España siempre ha sido poco relevante, al contrario que en otros países, como Alemania o Finlandia - en este último han llegado a suponer el 15% del mercado-. Aunque en los últimos años la llegada de las cápsulas en los filtros ha sido una innovación que resucitó la categoría» explicaba Luengo.
Los propietarios de estancos de la Unión Europea pidieron posponer esta normativa, ya que la crisis sanitaria por la covid-19 no ha permitido que se deshagan de todo este tabaco que ya tenían en ‘stock’, petición que Bruselas denegó.