La familia de Nuria sigue adelante con su denuncia al Hospital del Henares de Coslada por una negligencia médica que acabó con su muerte. La joven se sometió a una operación para un riñón en el que sufría una malformación congénita. Pero por alguna razón que todavía no conocen, acabó muriendo en la mesa de operaciones y nadie ha respondido por ello.
En el programa 'La Redacción' de Telemadrid han hablado con la hermana de la víctima, Susana López, que ha explicado cómo vivieron la situación. Ella explica que el hospital todavía no les ha dado ninguna explicación sobre lo que pudo pasar. Únicamente se han limitado a decir que están a «disposición de la familia».
Nadie del centro les ha dado ningún tipo de razón que explique qué le pasó a Nuria. «No sabemos; eso es el médico» son algunas de las repuestas que han recibido, pero no consiguen hablar con los responsables de la operación.
Susana explica que la operación a la que iban a someter a Nuria era una operación «fácil», según los propios médicos les dijeron antes. Además, quisieron separarle una arteria «ilíaca», cercana el riñón, porque era un «pequeño corte».
Lo siguiente que supo la familia, cuando los médicos salieron del quirófano, es que Nuria había sufrido una parada cardíaca y que la estaban reanimando. Un rato después, los médicos confirman la muerte de la joven, pero no saben explicar cuáles son las causas. Entonces aseguran que pedirán una autopsia que especifique el motivo de su muerte.
La familia fue notificada casi al instante, así que pensaron que los médicos se referían a una autopsia judicial con un forense. Pero cuando van a realizarla, les hacen firmar un documento para una autopsia clínica con un patólogo. Según Susana, les dijeron que les avisarían al realizarla, pero todavía están esperando esa llamada del hospital.
Lo más grave que explica la hermana de la víctima es que ellos se enteraron por la funeraria de que la autopsia ya estaba hecha. Pero, al parecer, no había un parte de defunción: «No existía». La familia sigue esperando que alguien explique qué pasó para poder enterrar a Nuria, que sigue sin recibir sepultura.
Denuncia al hospital y sin poder enterrar a Nuria
Según denuncia la familia, el centro tardó una semana en hacerle la autopsia clínica y acabaron concluyendo que Nuria se desangró. Ellos han pedido una nueva autopsia, esta vez por parte de un forense, pero el juez la ha rechazado. Así que, de momento, no les ha quedado más remedio que denunciar hasta tres veces al hospital.
El cuerpo de Nuria, de 35 años, sigue esperando recibir sepultura, pero eso no podrá hacerse hasta que consigan hacerle esa segunda autopsia. Ella nació con una malformación congénita en el riñón con la que vivió toda su vida. No quería operarse, pero su médico le recomendó hacerlo porque era una cirugía «sencilla» y recibiría el alta el mismo día.
La intención de esa operación era mejorar el flujo de orina que le permitiese mejorar su calidad de vida, así que a las 7:00 horas entró en quirófano. Horas después, la joven murió desangrada mientras los médicos buscaban bolsas de sangre, según los padres.
Desde entonces la familia ha sufrido una odisea para buscar justicia. Días después de la autopsia clínica, al no recibir noticias, pusieron una demanda en el juzgado. Allí presentaron el acta de defunción con fecha del 31 de mayo, cuando ella murió el día 28.
Aun así, la causa fue archivada por el juzgado, rechazó la autopsia forense y aprobó el enterramiento. Ese mismo día, el hospital informó que Nuria murió por un paro cardíaco por shock hipoglucémico, lo que le provocó la hemorragia.
Según el parte, la joven sufrió «la rotura de la vena cava previamente suturada». Pero la familia defiende que esa vena no debería haberse visto afectada por la operación. Por ese motivo, creen que el hospital cometió una «cadena de errores» desde el principio.