El fumador afrontará los próximos meses un nuevo encarecimiento en el precio de la cajetilla. La intención del Gobierno es recaudar hasta un 5,5% más por los impuestos especiales sobre el tabaco. Eso le permitiría obtener unos ingresos de 6880 millones de euros.
El Ejecutivo cuenta con que haya a partir de 2022 una importante subida en el valor de este producto. Estiman este incremento de la recaudación "bajo el supuesto de que los precios de los cigarrillos subirán". Sobre todo porque llevan varios años sin registrar cambios.
Esta medida aparece en el proyecto de presupuestos publicado este miércoles. Además, han querido aclarar a dónde irán a parar los impuestos que asumirá el fumador.
De los 6880 millones que confían recaudar, 2986 se quedarán en las arcas del Estado. Esta cifra supone un 14% más lo que tenían previsto ingresar a finales de este ejercicio, pendiente aún de cierre. El resto del dinero se repartirá entre las comunidades autónomas.
Esta subida del tabaco no es nueva, ya que algunas compañías ya optaron por elevarlo hace unas semanas. Es el caso, por ejemplo, de Altadis, que gestiona Fortuna, Ducados y Nobel, entre otras marcas. También han hecho lo propio Japan Tobacco International, propietaria de Winston y Camel; y Bristish American Tobacco, con Lucky Strike.
Una tercera parte de lo que espera recaudar el Estado en materia de impuestos procede del tabaco. Pero los fumadores no serán los únicos perjudicados con el encarecimiento de las cajetillas. También notarán cambios en su bolsillo las personas que quieran comprar bebidas alcohólicas.
El impuesto especial sobre este artículo les permitirá ingresar 717 millones de euros a partir del próximo año. Esto representa un 8% más respecto a 2021, a expensas de los datos oficiales.
Las arcas estatales tienen previsto quedarse 411 millones, que implica un 67% más que este año. Por su parte, el impuesto de la cerveza implicará unos ingresos de 346 millones, como recoge el proyecto de presupuestos. De ellos, algo más de una tercera parte (163 millones) irán para el Estado.
Los fumadores se preparan para pagar más
Los fumadores han visto en los últimos años como aumentaba considerablemente el precio de los cigarrillos. Una resolución del pasado 10 de septiembre de 2021 y publicada en el BOPA informaba de las tarifas que imponía el Gobierno a las cajetillas.
Las más caras son las American Spirit, SIlk Cut y Benson & Hedges Gol, que cuestan 5,15 euros. Le siguen con 5 euros, Benson & Hedges Silver. A continuación, los que tienen unos precios más altos son los Camel Activa y Camel Blue 20 y Camel Filter Box 20, que se pagan a 4,85 euros.
La cajetilla de 20 cigarros más barata cuesta 4 euros, y son los de la firma West Blue 100. Por 15 céntimos más pueden adquirirse los Benson & Hedges American Red 100. A 4,30 euros están disponibles los Benson American Blue.
Entre los 4,30 euros y los 4,75 hay una amplia lista de marcas, entre ellas Winston, Sterling, Mayfair, Coronas y Lucky Strike.
El fumador también tiene que enfrentarse a las solicitudes por parte de plataforma anti-tabaco. Hace unos días reclamaban al Gobierno que los Presupuestos recogieran subidas drásticas, de más del 100%. Con ello pretendían provocar el abandono de la adicción.
Tal y como recoge la OMS, un bajo precio del tabaco asegura un porcentaje de fumadores superior al 30%. Así lo recoge también la última encuesta EDADES del Ministerio de Sanidad.
La medida que propone la plataforma nofumadores.org implicaría incrementar el valor de la cajetilla hasta los 10 euros. En otros países, como Australia o Nueva Zelanda, ya están rondando los 20 euros, mientras que en Reino Unido y Noruega valen 12,5 euros.