Muchas amas de casa no pueden acceder a una pensión contributiva al no haber cotizado el mínimo exigido por la ley. Para las personas que se encuentran en esta situación existe la prestación no contributiva de jubilación, que con la modificación del IPREM el pasado mes de diciembre experimenta ahora una subida en la nómina de febrero.
Como su propio nombre indica, las pensiones contributivas van dirigidas a aquellas personas que cotizaron a la Seguridad Social durante su vida laboral. Es decir, que contribuyeron. Las personas que no cotizaron o lo hicieron por debajo del del mínimo establecido disponen de subvenciones que se conceden por su situación de vulnerabilidad.
Es el caso de amos y amas de casa, personas que al haber trabajado sin contrato no son reconocidos por el sistema. El requisito para cobrar la pensión no contributiva es tener 65 años, haber residido en territorio español durante al menos diez años, y disponer de ingresos anuales por debajo de los 5.108 euros.
Límite de rentas para cobrar la prestación
El límite de rentas es mayor si el solicitante convive con familiares, ya que se tiene en cuenta la suma de los ingresos anuales de todos los miembros del hogar. Si el solicitante vive solo con un cónyuge o parientes de sangre de segundo grado, el límite asciende proporcionalmente. Esta es la escalera de valores que rige en el sistema de compensación:
- 9.415 euros al año si conviven dos personas
- 13. 292,16 euros anuales con tres convivientes
- 17.292,16 euros anuales si conviven cuatro personas
Si entre los parientes consanguíneos se encuentra alguno de los padres o hijos, entonces cambia la escalera de valores de la siguiente forma:
- 23.538 euros al año con dos convivientes
- 33.230 euros anuales si conviven tres
- 42.922,60 euros anuales si son cuatro
Los límites de renta van aumentando a medida que se añaden convivientes, y estos valores se podrían modificar en 2021. Hay que tener en cuenta que la pensión no contributiva de jubilación no tiene límite de edad, y solo expira en el momento de fallecer la persona.
Suben las pensiones no contributivas
El Gobierno anunció en octubre el incremento de un 0,9% de las pensiones contributivas y de un 1,8% de las no contributivas. Esta diferencia tiene que ver con la modificación del IPREM (Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples), el indicador utilizado para calcular algunas subvenciones como la pensión no contributiva para amas de casa.
El IPREM subió un 5% en diciembre de 2020, y todas las prestaciones que van ligadas a este indicador también han aumentado. Las amas de casa con una prestación no contributiva podrán recibir a partir de ahora un mínimo de 1.409,52 euros anuales y un máximo de 5.638,09 euros anuales, abonados en 12 mensualidades (100,68 euros al mes, la mínima, y 402,72 euros al mes, la máxima).
La actualización de la cantidad a percibir para cada pensionista se establece en función del importe máximo y del número de beneficiarios que viven en el mismo domicilio. También se tienen en cuenta sus rentas personales y las de su unidad económica de convivencia, pero de todos modos la cantidad nunca puede ser inferior a la mínima ni superior a la máxima.
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La mayor subida del IPREM
El objetivo de la pensión no contributiva de jubilación es garantizar una renta mínima a las personas en situación de vulnerabilidad, especialmente para un sector tan precario como el de las amas de casa. Además de la cuantía a percibir, la prestación incluye asistencia médico-farmacéutica gratuita y acceso a servicios sociales complementarios.
La subida de las prestaciones ligadas al IPREM se hará efectiva por primera vez en la nómina de febrero, que afecta al mes de enero. Según los cálculos del Gobierno, la subida del 1,8% de estas pensiones afectará a 449.188 pensionistas, de los que 261.221 cobran la jubilación, y 187.967 la de invalidez. Esta es la mayor subida del IPREM, un indicador que estuvo algunos años congelado y que ahora experimenta su gran salto.