El puente aéreo entre la Comunidad Valenciana y China está funcionando a todo trapo estos días para garantizar el suministro de material sanitario tan necesario en plena crisis del Coronavirus. Sin embargo, a veces este material llega con una desagradable sorpresa como la que se encontraron en el Hospital General de Alicante este fin de semana.
Hasta allí había llegado una remesa del material recibido por la Consejería de Sanidad desde China, que constaba de unas cajas con ropa que las costureras voluntarias convierten en batas desechables para la protección del personal sanitario. Cuando uno de los voluntarios abrió con una llave el precinto de una de las cajas se encontró nada más y nada menos que dos cucarachas que obligó al hospital a retirar los 640 buzos (monos con capucha y cremallera) de las cajas.
Uno de los insectos se encontraba en la parte interior de las láminas de cartón que protegen los plásticos donde van envueltos los buzos, y el otro apareció más tarde, encima de una de las cajas depositadas en el maletero de su coche particular.
El transportista del hospital informó de la incidencia al centro médico, que ordenó paralizar la producción de las costureras con el fin de retirar preventivamente el material y analizarlo. Los voluntarios recibieron el miércoles de la semana pasada esta remesa de material, con el sello de China y Turquía, para convertir los buzos en batas desechables.
El hospital ha lamentado el asqueroso hallazgo dentro de las cajas, pero también ha informado que se trata de un caso aislado en una remesa de 3.000 unidades en 75 cajas donde no se han encontrado bichos de ningún tipo. De momento, los buzos de la caja han sido requisados por seguridad, y se espera que se puedan utilizar después de lavarlos y esterilizarlos.
Estos 350 voluntarios se encargan de transformar monos en batas que utiliza el Hospital General Universitario de Alicante para proteger al personal médico, y al parecer había mandado una primera remesa de cien buzos para modificar.
El hospital agradeció el trabajo de los voluntarios y les entregó 16 cajas más para hacer nuevas batas, y ha sido dentro de una de ellas donde se han encontrado las cucarachas. Los responsables de distribuir el material explicaron que recogen los buzos en un punto logístico con un vehículo de la Consejería de Sanidad y que una vez modificado las batas se pliegan dentro de una bolsas de plástico y se entregan en cajas al hospital.
Hay también algunas voces críticas como el Sindicato Médico, que ve ilógico convertir un material homologado en uno no homologado destrozando un material de protección para conseguir otro de menos protección.
En su defensa, el hospital asegura que el material se lava y se estiriliza antes de ser empleado y recuerda que se trata de una opción para paliar la escasez de material. Fuentes del centro añaden que esas batas son pensadas para utilizar una sola vez en tareas donde hay menor riesgo de contagio.