Actualmente, la subvariante que predomina en España es la BA.2 de ómicron, a la cual se la conoce como a la “variante sigilosa”.
Esto ha sido confirmado en el último informe sobre las mutaciones de la COVID-19 del Ministerio de Sanidad, que se ha publicado este lunes. Se apunta, además, que esta subvariante fue la única que se detectó en las muestras recogidas entre el 7 y el 13 de marzo.
Hoy por hoy, se detectan muchos más casos de esta subvariante que de la variante primitiva de ómicron. Se calcula que, al menos en nueve comunidades autónomas, la subvariante está presente en más de 50% casos detectados.
En Navarra, el tanto por ciento es del 83,1% y en Euskadi está en 76,2%. También en Cantabria se han encontrado el 68,3% de casos que presentaban esta nueva variante. En otras comunidades, como Baleares o Andalucía es del 81,7% y 69,7%, respectivamente.
Los síntomas que presenta la “variante sigilosa”
Aunque los síntomas que presentan tanto esta subvariante como la anterior son bastante similares, se han recogido los síntomas más comunes y que presentan la mayoría de personas, tanto vacunadas como no vacunadas, que se infectan con la subvariante B2.A de ómicron.
El más típico es la secreción nasal, que se encuentra tanto en pacientes con la variante típica de ómicron como en los que se han contagiado de la nueva.
Sin embargo, suele ser más un síntoma más frecuente en esta nueva subvariante, con un 81% de pacientes que han presentado la secreción nasal como uno de los síntomas.
Otros síntomas muy típicos que se ha podido constatar que sufren la mayoría de las personas infectadas de ómicron son dolor de cabeza, fatiga, estornudos, dolor de garganta, tos persistente y escalofríos.
Se ha corroborado que los contagiados por la variante sigilosa suelen presentar estos síntomas de carácter más leve antes que otros de más gravedad, como dolor en el pecho, que no se ha comprobado que sea un síntoma frecuente de esta subvariante.
La duración media de los síntomas es de, aproximadamente, unos cuatro días. En casos más graves en los que se presentaba una severa dificultad para respirar, se han necesitado un total de 13 días para una recuperación completa del paciente.
Una subvariante todavía más contagiosa
La subvariante B2.A se caracteriza por ser muy difícil de esquivar. Según afirma el profesor de Bioquímica de la Universidad Trinity College de Dublín, Luke O'Neill, esta es una variante “mucho más contagiosa” y que, además, es “casi imposible no contagiarse”. Se trata de la más contagiosa que ha habido hasta ahora.
El experto señaló en la cadena pública irlandesa RTE que “es un 30% más infecciosa que ómicron, que ya es un 70% más infecciosa que la anterior”.
Asimismo, el tiempo de incubación de la B2.A es menor, es decir, el virus se desarrolla de manera más rápida en el organismo. De esta forma, crece más rápidamente y se extiende mucho más. No obstante, esto no debería ser ningún signo de alarma, ya que O'Neill ha afirmado que las vacunas han levantado un muro que “está resistiendo en todo el mundo y nos está realmente protegiendo”.
En cualquier caso, queda claro que el virus sigue circulando en España y no hay que relajarse por completo. Si bien es cierto, los síntomas cada vez son más banales y más parecidos a los de un resfriado. Y, gracias a ello, España ya está encaminada a “gripalizar” el coronavirus.