Siete personas podrían haber muerto y más de una docena han resultado heridas, al menos seis de ellas de gravedad, incluido un agente de Policía en un tiroteo en el centro de Viena queya se habría catalogado de atentado terrorista a una sinagoga. Según algunos medios locales, la cifra de fallecidos sería de siete personas, sin embargo, la información oficial, por el momento, solo confirma cuatro fallecidos: Tres civiles más uno de los atacantes, abatido por los agentes.
El ministro de Interior de Austria, Karl Nehammerm confirmó anoche que en el ataque hubo «al menos un terrorista islamista». Uno de los atancantes pudo ser abatido e identificado, además entraron por la fuerza en su vivienda en Viena.
«El segundo agresor sigue a la fuga», añadió el titular, que por primera vez utilizó la palabra «islamista» en relación con este atentado y pidió a la población no acudir al centro de la capital.
La policía continúa su investigación y la búsqueda del terrorista fugado, partiendo de la base de que fueron dos hombres los implicados aunque sin descartar que pudieron haber participado más personas en el crimen.
«No podemos excluir que haya más agresores, por eso siguen las investigaciones en torno al atacante. En este momento creemos que hubo más de un agresor», declaró el presidente de la Policía de Viena Gerhard Pürstl en la misma rueda de prensa.
El atentado, el primero que sufre Viena en 35 años, comenzó con un tiroteo sobre las 20.00 (19.00 GMT) en una céntrica calle de donde se ubica la principal sinagoga de Viena, que estaba cerrada en ese momento, y muy cercana a una frecuentada zona de bares.
Desde ahí, los agresores se desplazaron por el centro de la ciudad, ametrallando indiscriminadamente a quienes ocupaban las terrazas de los locales. Siete policías usaron anoche sus armas y uno de los agresores «fue neutralizado a las 20:09 horas», precisó Pürstl.
Tres civiles -dos hombres y una mujer- murieron por los disparos de los atacantes, mientras que otras quince personas se encontraban hoy hospitalizadas tras resultar heridas, algunas de ellas graves.
Unos mil agentes, entre ellos de unidades especiales, además de equipos especiales del ejército, participaron en una gran operación que continúa para capturar al atacante huido, mientras prosiguen las investigaciones en el entorno del agresor, explicó Pürstl.
El ejército ha desplazado 75 soldados especiales para proteger edificios, mientras que Alemania y Hungría han anunciado el envío de fuerzas especiales.
Pürstl precisó que el piso en el que vivía el terrorista fallecido fue abierto con explosivos por los agentes y que la población ha enviado a la policía unos 20.000 vídeos con imágenes de lo que sucedía en la ciudad.
«Un 20 por ciento de ese material ha sido analizado por un equipo especial de 35 agentes», aseguró. «El terror y la violencia no pueden tener lugar. Con ataques de este tipo no nos van a quitar nuestros derechos y libertades», sentenció Nehammer.