Calle vacia en una localidad de España

Los 7 estados de ánimo de la cuarentena: Aún nos queda pasar la mitad

Los expertos aseguran que pasaremos por todas y cada una de ellas

Llevamos más de un mes en confinamiento desde que el pasado 14 de marzo Pedro Sánchez decretara el estado de alarma como consecuencia de la pandemia del Covid-19. Una situación extraordinaria y del todo desconocida que nos sumía en un estado de incertidumbre ante lo que estaba ocurriendo y lo que estaba por llegar.

Todos los programas comenzaron a informar sobre el avance de la epidemia mientras veíamos de reojo cómo los países que llevaban meses luchando, tomaban medidas restrictivas que no tardarían en aplicarse al nuestro.

Las cifras de contagios subían y los fallecidos cada vez eran más, lo que provocaba que el miedo por un enemigo invisible comenzara a hacer mella en nosotros. La economía se verá sin duda afectada, pero el confinamiento también tiene un efecto a nivel psicológico en las personas que no ha tardado en florecer.

Ipsos China, una empresa de investigación de mercados, asegura que son siete las fases por las que pasaremos durante la cuarentena: incredulidad, preparación, ajuste, aclimatación, resistencia, alivio y temor.

La  incredulidad  fue la primera en aparecer. Nos enfrentábamos a una situación desconocida, sin precedentes de la cual  nos llegaba mucha información que en algunas ocasiones era falsa, lo que provocó miedo y confusión.

Llega entonces el momento de tener todo lo necesario para hacer frente a lo que está por llegar, dando paso a la segunda fase: la preparación. Tiendas y supermercados fueron los primeros en experimentar esta fase con un aluvión de clientes dispuestos a terminar con las existencias de productos.

Con los días, nos empezamos a acostumbrar a las medidas de restricción que nos imponen y  a crear nuevas rutinas que se adapten a la situación. Es lo que se conoce como la fase de ajuste, según el estudio de Ipsos, es la fase en las que actualmente nos encontramos la mayoría de los españoles.

La cuarta fase es la conocida como  aclimatación. Se produce cuando, una vez establecidas las nuevas rutinas, hacemos lo posible por seguirlas y así terminar con el aburrimiento. Es el momento de crear nuevas ideas con las que pasar el tiempo y buscar el lado bueno del día a día.

Sin embargo, no todo es positividad y aceptación pues con las relaciones sociales mermadas y el tener que permanecer encerrados en casa sin la vida social de la que disfrutábamos antes, provoca que la tensión aumente. Es lo que se conoce como  la fase de resistencia.

El alivio llega con la llegada de buenas noticias como por ejemplo una bajada de los contagios o la apertura de algunos comercios. Comenzamos a sentir que el fin está más cerca.

Por último tenemos la fase del temor. Todo ha terminado, podemos salir a la calle pero ello conlleva que nos enfrentemos a las consecuencias de lo ocurrido como la pérdida del trabajo o la situación económica.