Era un secreto a voces, pero ahora ya es oficial: en China murieron más personas de lo que decían las cifras oficiales. Las autoridades chinas en Wuhan, lugar donde apareció el primer brote de Coronavirus, reconocen que se hizo una estimación a la baja del número de fallecidos y ahora eleva un 50% esta cifra, hasta los 3.869 muertos.
La confesión de las autoridades chinas implica que en Wuhan murieron 1.290 personas más de las que habían dicho, lo cual eleva a 4.632 los muertos en todo el país. Además, el gobierno local también registra 325 casos confirmados más, con lo que el dato de contagios en China aumenta a más de 80.000, según la Comisión Nacional de Sanidad del país.
El aumento de un 50% de los muertos en Wuhan tiene que ver con las personas que fallecieron en su casa y que no quedaron registrados en las cifras oficiales. Durante los primeros días tras el cierre de la región, los hospitales quedaron colapsados por el repentino aumento de los contagios y muchos pacientes que no pudieron ser hospitalizados murieron en casa.
Un caso similar se está produciendo en España, donde algunas comunidades autónomas como Cataluña y Extremadura están contando los ancianos muertos en las residencias y eso hace elevar el número de fallecidos oficiales porque sólo se cuentan los de los hospitales.
En el caso de China, sin embargo, el nuevo dato genera suspicacias aunque las autoridades salen al paso de cualquier conspiración. Según indica el ayuntamiento de Wuhan, en aquellos días los hospitales estaban colapsados y el personal médico estaba centrado en salvar el máximo de vidas posibles, por lo que se cometieron errores, retrasos y omisiones en el registro.
Además de los pacientes que murieron en casa, hay otros fallecidos que no se contaron en los registros oficiales al haber muerto en hospitales de campaña y centros médicos provisionales montados de urgencia para aliviar la presión de los hospitales pero que algunos de ellos no constaban en la red sanitaria oficial.
Desde el departamento de registros declaran que «la vida y la gente son lo más importante» ya que «cada fuente de vida durante la pandemia no sólo es una fuente de dolor para su familia sino para toda la ciudad también». Además, ha querido tener un recuerdo especial para los sanitarios que sacrificaron sus vidas para ayudar a la comunidad.
El bajo volumen de fallecidos en China comparado con las cifras de otros países disparan las sospechas y algunos, como el propio presidente de Francia, Emmanuel Macron, no se cortan al acusar en público al gobierno chino de irregularidades: «Claramente hay cosas que han sucedido que desconocemos».
Todo ello, en medio de una guerra entre Estados Unidos y China sobre el origen del virus y la eficiencia de sus sistemas. Una vez superada la epidemia, China ha presentado los datos de contagiados y fallecidos como un éxito del régimen comunista y sus medidas, pero algunos les acusan de ocultar datos y se amparan, por ejemplo, en el aumento de incineraciones y venta de ataúdes en la provincia de Hubei.