Estupor y desolación en España por el dato que se acaba de saber. El Instituto de Medicina Legal en Valdebebas, Madrid, ha acumulado desde mediados de abril 59 fallecidos de Covid-19 que hasta la fecha no han sido reclamados por ningún familiar. Se trata de un drama dentro de la tragedia del Coronavirus al que ahora la Comunidad de Madrid quiere poner fin.
Lo hará por «dignidad y respeto» a las víctimas. Hoy mismo, el Consejo de Gobierno aprobará una partida para sufragar la inhumación de esos difuntos, un proceso que ya comenzó la semana pasado y que podría culminar este mismo miércoles.
Las víctimas, que descansarán agrupadas aunque identificadas en distintos nichos en una zona concreta del Cementerio Sur de Madrid, fallecieron antes del 21 de abril en hospitales y residencias de mayores de esa comunidad autónomas.
Ante la avalancha de cadáveres y el desbordamiento de las funerarias en pleno pico de la pandemia, sus restos fueron trasladados por efectivos del Cuerpo de Bomberos de la Comunidad de Madrid y la Unidad Militar de Emergencias desde esos lugares hasta uno de los tres depósitos provisionales que habilitó el gobierno regional en marzo y abril.
Cuarenta de las víctimas procedían de hospitales madrileños, mientras que otras diecinueve fueron recogidas de residencias de mayores. Desde el cierre del Palacio de Hielo de Madrid y de Majadahonda, a mediados de abril, los restos de los fallecidos no reclamados han estado en la última morgue provisional, el Instituto Médico Legal.
Ante el inminente inicio de las obras en esta infraestructura, que albergará el Instituto Anatómico Forense a partir de noviembre, la Comunidad de Madrid ha considerado que lo más adecuado era proceder a su traslado e inhumación. Lo hace también por respeto y humanidad, según declaraciones oficiales.
Partida de 134.000 euros
Para sufragar los gastos del entierro, la Comunidad de Madrid destinará una partida de 134.000 euros, una aportación importante pero necesaria para dignificar estas personas según ha dicho el consejero de Justicia, Interior y Víctimas, Enrique López.
«Lo fácil hubiera sido optar por realizar enterramientos colectivos, como ha ocurrido en otros países, pero aquí hemos creído más apropiado enterrarlos de forma individual, con su correspondiente identificación», ha dicho el consejero, que también ha reconocido que es una gestión compleja por lo trágico y por la historia que hay detrás de cada una de ellas.
Para dar descanso a estas personas, el Gobierno regional ha puesto en marcha la maquinaria con la colaboración del área de Seguridad del Ayuntamiento de Madrid, de la que depende la Empresa Municipal de Servicios Funerarios, contratada para llevar a cabo los enterramientos.
Los fallecidos yacerán en nichos durante un período de diez años y podrán ser recuperados en cualquier momento por sus familiares para su inhumación en el mismo cementerio. Desde la Comunidad ya se pusieron en marcha los tres depósitos provisionales que albergaron 1.897 cadáveres durante el pero momento de la emergencia sanitaria.