Según un análisis realizado por el grupo de investigación Biocomsc de la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC), las personas que han experimentado una aceleración más rápida de la epidemia de coronavirus en la segunda ola han sido las que se encuentran en la franja de edad de 40 a 59 años.
Por su parte, los individuos entre 20 y 39 años continúan siendo los que tienen una incidencia más alta de infecciones, a pesar de que se está reduciendo el porcentaje en estos grupos sobre el total de casos diagnosticados.
Por el contrario, la franja con menos incidencia de coronavirus según los datos disponibles hasta el pasado 20 de octubre son los niños de entre 0 y 9 años.
Los expertos abogan un nuevo confinamiento
«Con los datos que tenemos ahora, es prioritario contener los contagios entre la población adulta realizando tanto teletrabajo como sea posible», ha explicado Clara Prats, directora del equipo científico de la investigación. Sin embargo, cerrar los colegios no sería una medida eficaz y podría incluso ser contraproducente para los niños y niñas.
De la misma forma, han destacado que las últimas restricciones impuestas no han sido suficientes para frenar la expansión del virus. En los más pequeños, la incidencia de coronavirus ha sido un 65% más baja que para el resto de la población de Cataluña.
Las personas de entre 50 y 59 años, por otro lado, en septiembre tenían una incidencia de un 2% más alta que toda la ciudadanía, mientras que en octubre ha incrementado a un 28% más. Las franjas de 20 a 29 años, de 30 a 39 y de 40 a 49 también tienen incidencias más altas que la media.
En cambio, en la franja entre 10 a 19 años, la incidencia de Covid-19 ha sido un 7% más baja que en el conjunto de la población.
Así, y según otro análisis de los investigadores de Biocomsc, se ha demostrado que las medidas impuestas en Cataluña el pasado 16 de octubre han sido insuficientes para controlar la transmisión del virus.
Este estudio ha destacado que la movilidad de los ciudadanos se ha reducido en menos de un 5% desde que se aplicaron las nuevas restricciones. Algo que ha provocado que el secretario de Salud Pública, Josep Maria Argimon, hiciera un llamamiento a volver al teletrabajo como en los primeros meses de epidemia.
Daniel Prieto-Alhambra, fármaco epidemiólogo de la Universidad de Oxford, ha defendido que sería necesario realizar un confinamiento domiciliario de dos semanas, donde no se incluya el cierre de las escuelas primarias ni de la mayoría de los institutos.
«O se hace algo que rompa el círculo vicioso ahora mismo o acabaremos con un confinamiento prolongado como en marzo y abril», ha dicho. Clara Prats coincide con él en que «son necesarias medidas mucho más drásticas con urgencia para no tener que llegar a cerrar escuelas».