Sin duda, lo peor que está dejando la pandemia del covid, alrededor del mundo, son las tristes historias de familias destruidas por el virus. Son muchas las personas que han tenido que ver como fallecían personas allegadas como padres, madres, hijos, abuelos, parejas... Por desgracia nadie se libra.
Otra de las peores cosas de este virus es que, a quien es más probable que lo contagie un infectado es a aquellos seres más allegados, ¿el motivo? es simple, y ya lo hemos visto todos. Cuanto más se está con una persona, más posibilidades hay que pasarle el virus en caso de estar contagiado. De hecho, las reuniones familiares o de amigos son uno de los grandes focos.
Es por ello que no es extraño encontrar familias enteras que han pasado el virus, incluso algunas que han perdido a más de un miembro tras haberse contagiado varios de ellos. Y es que con aquellos más cercanos es quienes hay que tener un mayor cuidado con el covid, pues confiarse y no seguir todas las medidas sanitarias es el peor de los errores en esta pandemia.
Un ejemplo de estos casos en los que varios miembros de una misma familia han padecido el covid se ha dado en Galicia, donde una joven de solo 21 años ha tenido que pasar el que seguramente ha sido uno de los peores momentos de su vida.
Tanto ella como sus padres y abuelos se contagiaron de coronavirus durante los primeros meses de este 2021. Ella misma lo ha explicado en un vídeo que ha compartido el gabinete de comunicación del hospital de Ourense. «Mi madre y yo notamos sobre el 25 de febrero los primeros síntomas, fuimos las primeras en contagiarnos», ha contado la chica.
La cosa empeoró rápido, hasta acabar con su abuelo fallecido como consecuencia del virus y con sus padres y su abuela ingresados bastante graves en el hospital también por el covid.
Todo fue muy rápido. Ellas dos notaron los primeros síntomas, así que acudieron al hospital para ser valoradas, tras ello, su madre se quedó ingresada en el hospital y a Sara la enviaron a casa para hacer la cuarentena y recuperarse del virus, ya que no padecía síntomas graves.
Solo una semana después, su padre, sin haber notado síntomas previamente, tuvo que ser ingresado de urgencia en la UCI. Su estado de salud empeoró de la noche a la mañana y tuvo que ser «intubad y sedado» para poder pasar mejor los graves síntomas que estaba sufriendo.
Y pese a ser esto ya suficientemente preocupante para la familia, no era todo lo que iba a pasar. Al parecer, mientras sus padres se encontraban ingresados y ella en casa en cuarentena, fueron sus abuelos los que comenzaron a presentar síntomas del covid. En un primer momento fueron llevados ambos en ambulancia a un hospital, pero debido a que no estaban graves no fueron ingresados. Los médicos los mandaron a casa con medicación.
Sin embargo, a los dos días el estado de los dos fue a peor. Tuvieron que ser llevados de nuevo al hospital, allí sucedió lo peor. El abuelo de Sara falleció al no poder superar la infección por covid, por suerte, su abuela, que había sido vacunada, no estaba tan grave y pudo superar el contagio.
Ella fue la única que no estaba ingresada cuando hubo que celebrar el entierro de su abuelo, sin duda un momento de lo más duro para la joven. «Fue duro, pues es algo que no esperas», confiesa.
A día de hoy, tanto la abuela como la madre de Sara están dadas de alta y en casa, el que sí que permanece todavía ingresado es su padre, pero con la salud mucho mejor. De hecho ya se encuentra en planta y la propia Sara cuenta que puede ya levantarse de la cama para dar algún que otro paseo.
Además, el padre ha contado una de sus experiencias más duras en el hospital, y es que asegura que nada más despertar de la sedación unas palabras de su hija le vinieron a la cabeza: «Papá, te quiero mucho, no te mueras».
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