La lucha contra la pandemia en España vive una ligera relajación ante la desescalada gradual de las medidas preventivas para la contención del virus. Aunque según el Ministerio de Sanidad esta pequeña victoria no es motivo para relajarse en absoluto, de hecho, la preocupación ya no se sitúa en la cepa genérica de Covid, si no en sus variables que tienen en vilo a toda la comunidad sanitaria internacional.
«Están suscitando un interés creciente» así lo comenta el Informe sobre la situación epidemiológica que ha presentado Carolina Darias. El documento se refiere a la tensión que existe desde la delegación del gobierno con respecto a las variantes británica, sudafricana y brasileña, aunque realmente, las que podrían dinamitar la situación son las otras dos descubiertas en el Reino Unido, una californiana y la de Río de Janeiro.
En el artículo se incluyen 11 casos de la variante P.2, la vinculada con el país sudamericano, dos de ellos diagnosticados en Madrid tras un viaje a Brasil. Los restantes han sido localizados en Canarias, aunque no se disponen datos epidemiológicos contrastados.
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El primer país donde saltó la alerta por la mutación genética del patógeno fue el Reino Unido, de hecho la variante B.1.525, que viene de las islas, ya fue reportada el mes pasado. Las primeras informaciones la sitúan en Bristol y a pesar de su mayor capacidad de expansión, no se remiten casos en España, hecho compartido con la californiana, de la que tampoco se ha registrado ningún paciente en España.
La variación del virus es constante
Así lo han confirmado numerosos expertos a nivel global, y es que «continuamente se van descubriendo nuevas variantes» ha comentado la delegada del gobierno. El área vinculada a sanidad ha expresado su preocupación por estas cuatro nuevas cepas, aunque la principal llamada de atención continúa realizándose sobre las que han causado un mayor número de contagios a nivel global. La británica B.1.1.7. la B.1.351 (501.V2) de Sudáfrica y la P1 brasileña.
El Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias que es dirigido por Fernando Simón, ya ha elevado a 898 el número de pacientes afectados por estas mutaciones. Aunque según confirma el mismo centro, se han reportado otros 183 pendientes de evaluación, a causa de su constancia por medios informales y por lo tanto no se consideran de forma firme.
El director ha aprovechado para recalcar que la mutación permite al patógeno ser «más transmisible, probablemente más letal y no parece que escape a la inmunidad», bien sea por transmisión natural o mediante la administración de una vacuna. Su expansión ha sido sobre todo reportada en Irlanda y el Reino Unido, aunque ha incidido con rapidez en otros países, sobre todo por sustitución, con más de 8.600 casos detectados en 31 países miembros de la Unión Europea.
El grado de incidencia en España
Depende de la demarcación territorial, según los datos que recoge el reporte, del total de 898, Cantabria habría comunicado 145, y la seguiría Madrid con 130, después Baleares con 117. Una cifra que dista mucho de las tres personas que han sido reportadas en Canarias o un único caso que acumula Aragón.
De la variable sudafricana el artículo augura un aumento de la transmisibilidad, una reducción en la neutralización de sueros policlonales o, la que más preocupa al órgano sanitario, un descenso en la eficacia de las vacunas inyectadas. De los 15 casos que se han reportado en España, 6 han sido por secuenciación, es decir, que están vinculados entre sí, mientas que los otros 9 proceden de un viaje efectuado a Tanzania.
Por último, de la P1 aparecida en Río de Janeiro, aún se conocen pocos datos. Lo que sí se ha reportado en estudios de Brasil es que también reduce la efectividad de las vacunas.