El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha protagonizado una semana muy intensa por lo que a agenda se refiere. El estallido de la crisis política y diplomática en Ceuta le obligó, el martes, a focalizar su atención en un problema que, por su envergadura, dio muestras de prolongarse durante días, aunque finalmente ha acabado frenándose por parte de Marruecos. Sánchez se desplazó el mismo martes a la ciudad autónoma, en un viaje realmente sorprendente porque la diplomacia acostumbra a desaconsejar desplazamientos del líder del gobierno español a la ciudad autónoma, especialmente en tiempos de conflicto como esta semana.
Una semana intensa para Sánchez que culmina con la presentación de España 2050
Sánchez volvió el mismo martes de Ceuta, participó el miércoles en la sesión de control en el Congreso y viajó hasta Valencia para participar en la apertura del 43º Congreso de UGT, sindicato del cual es socio y en el que hizo un anuncio de vital importancia: un plan de choque para acabar con el paro juvenil al que el Gobierno prevé destinar un total de 1.365 millones de euros. Pero la semana cargada del presidente del Gobierno no ha acabado ahí. Este jueves, Pedro Sánchez ha presentado el proyecto estratégico España 2050, un plan con el que pretende que el país reflexione y planifique sus retos de futuro inmediato tras la pandemia.
En su comparecencia en el acto de presentación de España 2050, Sánchez no ha concretado en qué va a consistir su ejecución, si bien ha dejado muy claras las líneas maestras de lo que significa el plan. De entrada, ha agradecido la compenetración con la Unión Europea en este sentido: «Quiero agradecer de corazón la presencia de la Comisión Europea, porque le da un contexto que no es ajeno a lo que está pasando en la UE. Mirar a medio y largo plazo no es algo que solo se haga en España, sino que tiene eco en la Comisión Europea».
El presidente del Gobierno ha defendido que pensar en la España de dentro de 30 años tiene una vital importancia. «¿Tiene sentido hablar de la España que querremos en 30 años? Para mí tiene el mismo sentido que la España de la Transición. Precisamente porque nos preocupa nuestro tiempo, los próximos seis años modernizaremos nuestro país y por eso nos preocupa 2050», ha manifestado el presidente del Gobierno en su comparecencia. «Nos ocupa el presente, pero también tenemos que preocuparnos del futuro y nos toca hacerlo hoy y no mañana. Este Gobierno, como los que vendrán en el futuro, tenemos ambiciones como las de hace 40 años», ha dicho.
Un plan de futuro a escala teórica
Y ha enmarcado España 2050 como un primer plan teórico para pensar en la España del futuro. «Necesitamos una nueva meta, una nueva visión ambiciosa, pero también realista. Que nos inspire y cohesione, que saque lo mejor de nosotros mismos. La visión del futuro debe ser de Estado y no de Gobierno, del conjunto de la sociedad, porque solo así abarcará a todos. España 2050 es el primer ejercicio colectivo: son una serie de fundamentos teóricos», ha manifestado el líder del Ejecutivo.
Ahora bien, Sánchez ha querido dejar muy claro que es consciente de la situación de la que parte España. «No va a ser fácil», se ha sincerado. «El informe parte de una visión optimista, pero reconoce los desafíos. Nuestro tejido productivo es frágil. La población tiene formación inferior. La juventud tiene dificultad para acceder a empleo estable y a una vivienda. Hay pobreza y desigualdad inadmisibles. Son problemas muy serios a los que dar una respuesta contundente. Son problemas de hace décadas, agravados por la pandemia. Pero no debemos renunciar a afrontarlos. Ahora es el momento. El mundo se está configurando a una velocidad increíble», ha declarado.
En base a todo ello, pues, el presidente del Gobierno ha dejado claro que nuestro país debe conjurarse para abordar y superar todos estos problemas. Sánchez ha esgrimido que la idea de 'España 2050' es el primer elemento para impulsar a España a la transformación, cuyo primer paso es la llegada de los fondos de reconstrucción europeos.