El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en rueda de prensa durante una cumbre en la Unión Europea

Purga en el Gobierno: Las cabezas que Sánchez quiere cortar en septiembre

La Unión Europea ha anunciado 140.000 millones de euros para España pero a cambio se cobrará algunas exigencias

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en rueda de prensa durante una cumbre en la Unión Europea
Pedro Sánchez estudia remodelar el Gobierno después de verano | Agencias

En plena crisis de Gobierno por el pacto con EH Bildu y el escándalo de Interior con la Guardia Civil, ahora trasciende que Pedro Sánchez está estudiando remodelar el equipo de gobierno como un gesto ante la Unión Europea, que entregará 140.000 millones de euros para afrontar la crisis derivada del coronavirus a cambio de profundas reformas estructurales.

El Gobierno de Pedro Sánchez recibe con alivio el anuncio de su parte del pastel del plan europeo de recuperación, una cantidad de la cual 70.000 millones serán a fondo perdido, pero en también son conscientes de que no saldrá gratis y el ejecutivo se prepara para una nueva situación ante las condiciones de ajuste del gasto que exigirá Bruselas.

Los primeros gestos pasan por un baile de nombres que podría acabar en una remodelación del equipo de gobierno en septiembre, y en el foco está sobre todo el nombre de  Pablo Iglesias, cuya figura no es muy bien vista en las altas esferas en Bruselas. 

Si durante un tiempo la estrella ascendente del líder de Unidas Podemos disfrutó de cierto apoyo en Europa, en parte por su defensa de la defensa de un nuevo modelo migratorio, los últimos escándalos durante la crisis del Covid-19, cuyos incendios ha tenido que apagar la ministra de Exteriores, Arancha González Laya, le han puesto en el centro de la diana.

Más allá de eso, Pedro Sánchez  y su círculo de confianza, con Iván Redondo al frente, están pensando en una drástica reducción ministerios para «corregir» una sobrerrepresentación  de cargos que justamente ahora no es muy bien vista en Europa, y que a la larga pueda acabar costando la confianza de pesos pesados como Merkel y Macron.

España tiene ahora 22 ministros, mientras que Alemania tiene 14 y Francia 19. Además, el gasto en cargos en España es de 75 millones de euros, el más caro en toda la historia de la democracia en el país, lo cual en tiempos de crisis es siempre una mala propaganda.

Salvador Illa se salva

Entre los ministros que podrían caer en septiembre suenan con fuerza algunos nombres como el de la titular de Hacienda, María Jesús Montero, que ha cometido algunos errores durante la crisis y a la que mucho ven cansada y desgastada. Además, su posición será clave para negociar con Bruselas los retoques presupuestarios, y Sánchez quiere carne fresca con las pilas cargadas. 

Por ahora, Sánchez e Iglesias tienen un sólido acuerdo para mantener la coalición cueste lo que cueste, pero los ministros de Unidas Podemos también podrían acabar siendo objeto de la purga a tenor del descontento dentro de las filas socialistas por el entreguismo de Sánchez al sector de Iglesias.

El principal perjudicado sería el ministro de Consumo, Alberto Garzón, al que el propio Iglesias estaría dispuesto a sacrificar. El líder de Podemos tampoco pondría impedimentos al ceso de otra de las ministras de sus filas, la ministra de Trabajo Yolanda Díaz.

Otro nombre que está sonando cada vez con más fuerza es el de Fernando Grande-Marlaska, después del escándalo de Interior por el cese del jefe de la Guardia Civil en Madrid, Diego Pérez de los Cobos. Y otro que está en la cuerda floja es el ministro de Universidades, Manuel Castells, que ha irritado a la comunidad académica con sus decisiones.  

Sorprendentemente, quien se salvaría de la purga sería el ministro de Sanidad, Salvador Illa, que a pesar de haber sido uno de los más criticados por la gestión de la emergencia sanitaria, al parecer cuenta con la plena confianza del presidente. Junto a Carmen Calvo, Teresa Ribera y Nadia Calviño, sería uno de los que lograría salvarse de la quema.