La crisis de Gobierno abierta tras el pacto con EH Bildu para derogar de la reforma laboral ha puesto patas arriba los planes de Pedro Sánchez para agotar la desescalada dentro del estado de alarma hasta el 21 de junio, y ha precipitado una nueva situación que él mismo trasladó ayer a los presidentes de las comunidades autónomas en su reunión semanal.
El Gobierno, consciente de que los últimos movimientos políticos complican y mucho la aprobación de una nueva prórroga, ha pisado el acelerador y ayer el presidente comunicó a las comunidades autónomas que «si nada se tuerce», muchos lugares estarán fuera del estado de alarma «a lo largo los próximos días».
No sólo eso, sino que además el Gobierno estudia ahora la posibilidad de reducir los plazos para cambiar de fase para que los territorios puedan avanzar en la desescalada más rápidamente. Así lo ha comunicado el ministro de Sanidad, Salvador Illa, según el cual las comunidades podrían cambiar de fase en una semana, en vez de 14 días.
El mensaje de Illa coincide con el trasladado ayer por Sánchez a las comunidades, y parece que la nueva estrategia del Gobierno pasa por llegar cuanto antes, aunque de forma asimétrica, a la «nueva normalidad».
Además, las nuevas promesas de Pedro Sánchez pueden servir para acercar posiciones entre el Gobierno central y las comunidades autónomas, ya que satisface las demandas de algunas regiones como Galicia, donde su presidente Alberto Núñez Feijóo pidió levantar el estado de alarma cuando una comunidad salga de la Fase 2, que en muchos lugares será el 7 de junio.
16.000 millones a las comunidades
En la reunión semanal con los presidentes autonómicos, Sánchez anunció el primer pago del fondo no reembolsable prometido a las regiones para responder a la crisis sanitaria y económica, y puso el mes de julio como fecha para su ejecución.
Se trata de 16.000 millones de euros que el presidente no detalló cómo se repartirán, aunque sí anunció que la semana que viene el ejecutivo se reunirá con los grupos parlamentarios para concretar la aprobación del fondo no reembolsable, cuya primera parte se abonará en junio, y las restantes en septiembre, noviembre y diciembre.
El mayor foco de tensión han sido los reproches del lehendakari Iñigo Urkullu al presidente Sánchez por su pacto con EH Bildu, que ha considerado como desleal y una quiebra de la confianza entre el PNV y el Gobierno. Por su parte, el presidente de la Generalitat de Cataluña, Quim Torra, ha considerado que la cantidad del fondo no reembolsable es insuficiente.
El presidente catalán ha pedido a Pedro Sánchezmayor capacidad de endeudamiento para su comunidad, y ha confirmado que a lo largo del día de hoy mandará un documento con 40 propuestas para la recuperación de Cataluña, en la que pedirá 9.000 millones de euros por la presunta deuda del Estado con Cataluña.