La niña de 9 años que estuvo a punto de morir ahogada en una piscina natural en La Gomera evoluciona de manera favorable. Ha salido ya de la UCI, como anuncia la asociación Canarias, 1500 Km de Costa, después de casi diez días ingresada.
La pequeña, de nacionalidad alemana, fue arrastrada por una ola mientras se encontraba con su padre. Durante un tiempo estuvo en parada cardiorrespiratoria, pero por fortuna pudo reponerse del incidente. Peor suerte corrió el progenitor, que falleció en el acto.
En el rescate de la niña intervino una patrulla de la Guardia Civil. Se trató de un proceso bastante complejo, ya que la zona próxima a la piscina se encontraba cortada. Los agentes consiguieron sacar a la menor del agua para que pudiera recibir asistencia médica por parte del personal del Servicio de Urgencias Canario.
Una vez que se la estabilizó fue evacuada en helicóptero medicalizado al hospital Nuestra Señora de La Candelaria, en Tenerife. Allí ingresó el pasado 12 de marzo en estado crítico.
El padre fue llevado a tierra por un helicóptero del GES, que lo rescató sin vida del agua. Una ambulancia medicalizada comprobó que estaba en parada cardiorrespiratoria. Pese a las maniobras de reanimación cardiopulmonar que le practicaron, solo pudieron certificar su muerte.
En un primer momento, el centro coordinador de Seguridad y Emergencias de Canarias 112 había informado del fallecimiento también de la pequeña. Aquel fin de semana, del 12 y 13 de marzo, resultó muy trágico para Canarias. Se habían registrado cinco perecidos por ahogamiento.
El padre de la niña, también de nacionalidad germana, tenía 56 años. Cuando la Guardia Civil llegó a la piscina natural de La Gomera comprobó que los dos se encontraban en el interior del espacio. Uno de los agentes se arrojó al agua y nadó 60 metros hasta la menor.
Las condiciones del mar no eran las más adecuadas. Hicieron varios intentos por sacarla de allí, pero les costó más de lo pensado. En todo momento, el agente trato de que la niña mantuviera la cabeza fuera del agua.
Con la ayuda de los compañeros que le aguardaban en las rocas consiguió sacarla a tierra. Ya en una zona segura le realizaron la maniobra de reanimación cardiopulmonar, expulsando agua por la boca y la nariz.
Una vez que llegó la ambulancia, la pequeña fue derivada al hospital. Unos minutos más tarde, el helicóptero de Salvamento Marítimo procedió al rescate del padre, que no pudo salvar su vida.
Las trampas que ofrece el mar y las piscinas naturales
El mar puede convertirse en una trampa mortal, sobre todo si su estado no es el adecuado para el baño. Es lo que ocurrió en el caso de esta niña y su progenitor, que se adentraron en el agua sin valorar el peligro que había en ese momento.
Hay que decir que un 80% de los accidentes acuáticos que acaban con el fallecimiento de una persona están provocados por un motivo esencial. Y es porque el bañista se introduce en el agua con el mar en mal estado. Sin lugar a dudas, se trata de la primera causa de muerte por sumersión.
A los peligros del mar, hay que sumarle también los de las piscinas naturales. Pueden parecer zonas muy seguras y protegidas, pero también esconden sus riesgos. Aseguran que pueden convertirse "en auténticas trampas mortales para el bañista desconocedor del comportamiento de las corrientes en estos espacios".
En este caso, la niña de 9 años consiguió salir con vida y se recupera de manera favorable. No pudo decir lo mismo su padre.