Imagen de una niña quitándose una mascarilla

Sale a la luz un efecto secundario de las mascarillas: el síndrome de la cara vacía

El síndrome de la cara vacía afecta en mayor medida a los adolescentes

Ante la inminente retirada de la obligación de llevar mascarilla en espacios cerrados, no todas las personas reciben la noticia de la misma manera. Mientras un sector de la población lo vive con inmensa alegría, el otro lo ve como un problema. De hecho, gran parte de la sociedad reconoce que la eliminación de la mascarilla les genera ansiedad.

Y es que se ha descubierto un nuevo síndrome relacionado con el accesorio que hace dos años incorporamos a nuestras vidas. Se trata del síndrome de la cara vacía o 'mask fishing', que consiste en una sensación de inseguridad cuando la persona deja su cara al descubierto, sin la protección de la mascarilla. Muchos profesores ya han percibido este sentimiento de inseguridad en algunos de sus alumnos.

Afecta mayormente a los adolescentes, ya que se encuentran en una etapa de crecimiento físico y personal. Durante estos dos años de pandemia, han podido ocultar marcas como las del acné, los 'brackets' o el vello en la cara. Sin embargo, los adultos no están exentos de padecer este síndrome. 

Una niña jugando en la playa con una mascarilla puesta
El síndrome de la cara vacía es una fobia caracterizada por la sensación de inseguridad al no llevar la mascarilla puesta. | EP

Las causas del síndrome

María Campo, profesora del Máster en Orientación Familiar de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR),  advierte que para los niños y adolescentes "la mascarilla se ha convertido en otro elemento más". "Lo mismo que preparan su mochila, los libros, etc. se preparan la mascarilla", asegura.

La convivencia con la mascarilla es una medida que muchos de ellos asumieron en su momento con total normalidad y que ahora les va a costar dejar atrás. "El hecho de que puedan retirársela incluso en clase no es para ellos algo a celebrar", expone.

La experta ha añadido que los más pequeños tienen más flexibilidad cognitiva, motivo por el cual se acostumbraron a llevarla rápidamente. En cuanto a los adolescentes, señala que "a pesar del momento de desarrollo en el que se encuentran, también tomaron conciencia de lo importante que era llevarla. Y la han usado de manera habitual. Este hábito ya instaurado puede conllevar, sin embargo, cierta reticencia hacia la nueva normalidad".

A pesar de que algunos de ellos no quieran quitarse la mascarilla por motivos de salud, la mayoría no se quieren desprender de la mascarilla por motivos emocionales. Y es que los cambios típicos de la adolescencia avergüenzan y llenan de inseguridades a más de uno. "Quitársela ahora supone para ellos comprobar si son aceptados o rechazados por sus iguales, algo vital en la adolescencia", explica la experta.

Cómo vencer el síndrome de la cara vacía

Para poder superar el síndrome, los expertos recomiendan no forzar a los adolescentes a quitarse la mascarilla y que ellos mismos escojan el momento idóneo. Además, aconsejan la elaboración de una lista de situaciones más conflictivas para ellos, de menor a mayor grado. A partir de ahí, pueden ir enfrentándose a ellas paulatinamente.

Plano medio de una mujer mirando hacia un lado y con la mascarilla puesta
Los expertos recomiendan no forzar a los adolescentes a quitarse la mascarilla. | Pixabay

Los afectados por este síndrome tendrán que aprender a reconocer los pensamientos irracionales que les genera, y los beneficios que verdaderamente aporta el hecho de no usar la mascarilla, como poder respirar mejor o pasar menos calor, entre otros.